Alternativas al aceite de oliva: ¿cuál es la opción más saludable?

El precio del aceite de oliva ha experimentado un aumento significativo en los últimos meses

Alternativas al aceite de oliva: ¿cuál es la opción más saludable?.

Alternativas al aceite de oliva: ¿cuál es la opción más saludable?. / Unsplash

El precio del aceite de oliva ha experimentado un aumento significativo en los últimos meses, pasando de 6,91 euros a comienzos de enero de este año a 10,34 euros a principios de septiembre en España. Ante este escenario, muchos consumidores se preguntan cuántas veces se puede reutilizar el aceite de oliva para freír y buscan alternativas más económicas y saludables.

Una de las opciones más comunes es el aceite de girasol. Para determinar la elección entre diferentes tipos de aceite, es fundamental considerar dos aspectos clave: el tipo de grasas que contienen y su punto de humo, es decir, la temperatura a la que comienzan a liberar compuestos dañinos.

El aceite de girasol

El aceite de girasol, derivado de las semillas de girasol, es rico en ácidos grasos poliinsaturados, en particular el ácido linoleico (omega 6). Por otro lado, el aceite de oliva, especialmente el virgen extra, contiene grasas monoinsaturadas, que son beneficiosas para la salud cardiovascular. Sin embargo, el aceite de oliva tiene un punto de humo relativamente bajo, lo que lo hace más adecuado para preparaciones que no requieren altas temperaturas.

Otras alternativas a considerar incluyen el aceite de colza, de nuez, de sésamo, de aguacate y de soja orgánico, todos ricos en grasas insaturadas. El aceite de coco, aunque es alto en grasas saturadas, ha generado cierta controversia en cuanto a su impacto en la salud, y se recomienda consumirlo con moderación.

Aceite Girasol

Aceite Girasol / LP/DLP

El aceite vegetal

Por otro lado, se aconseja evitar el aceite vegetal, que es una mezcla genérica de varios tipos de aceite, la margarina (rica en grasas hidrogenadas transaturadas), el aceite de maíz, el aceite de soja hidrogenado y la mantequilla.

El aceite de oliva sigue siendo ampliamente recomendado por su impacto positivo en la salud. Los estudios científicos respaldan sus propiedades beneficiosas, especialmente en la cocina mediterránea. Su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados lo convierten en una opción ideal para freír, aderezar ensaladas y guisos. Además, el aceite de oliva contribuye a proteger la mucosa del esófago, reduce el riesgo de enfermedad coronaria al controlar el colesterol y mejora el control metabólico en la diabetes.