Laura y Amador, las crías de panda rojo, han superado con éxito el periodo de cuarentena y pueden ser contemplados por los visitantes de este recinto, ha informado hoy el parque Selwo Aventura en un comunicado.

Los bebés pesan actualmente alrededor de un kilo y medio, aunque su denso y voluminoso pelaje de color castaño rojizo hace que parezcan de mayor tamaño y peso.

Desde hace pocos días, ambos han comenzado a salir tímidamente del cobijo especialmente diseñado para acogerlos en sus primeros meses de vida, situado en la copa de un frondoso ficus.

Esta instalación fue creada para acoger a este gran trepador que pasa gran parte del tiempo durmiendo en las ramas de los árboles y se muestra activo durante el crepúsculo y la noche.

Las jóvenes crías se alimentan de leche materna que desde hace poco se complementa con bambú, su alimento preferido, papillas y fruta, y tendrá que pasar un año para que se independicen de sus padres y dos más para que alcancen la madurez sexual.

El panda rojo (Ailurus fulgens) se encuentra en peligro de extinción, gravemente amenazado por la destrucción de su hábitat natural, los bosques y montañas del Sur de China, Birmania y Nepal.

De tamaño similar a un gato grande, puede llegar a pesar cuatro kilos, y su cuerpo está cubierto de un denso pelaje castaño rojizo, aunque la parte frontal de las orejas, las mejillas y el hocico son blancos.

La cola es larga y peluda y presenta un dibujo de bandas rojas y amarillas, las extremidades son cortas y robustas y su marcha es plantígrada.