La nueva ley del alquiler vacacional frena el crecimiento de viviendas de uso turístico hasta que se autoricen explícitamente en la planificación urbanística de cada municipio, que debe contemplar de forma pormenorizada su ordenación, si bien la norma da preferencia al uso residencial de las viviendas. De hecho, los instrumentos de planeamiento deben reservar, como mínimo, el 90% de la edificabilidad prevista por la ordenación urbanística con destino exclusivo para uso residencial, por lo que el crecimiento de nuevas plazas de uso turístico se limita hasta el 10%, un porcentaje que es mayor en las islas occidentales -La PalmaLa Gomera y El Hierro- que se incrementa hasta el 20%.