Bajo el amparo de la máscara y del disfraz, el carnaval alienta la libertad y la transgresión, la crítica al poder, la inversión de los papeles habituales y da rienda suelta a la imaginación. Murgas y comparsas lo hacen a través de sus letras y el carnavalero medio usa el disfraz como arma satírica para cargar contra el poder establecido.

Si el pasado Lunes de Carnaval una mujer se puso los galones de “azafata de guagua” y amenizó el trayecto de las mascaritas a sus casas tras el concierto de Elvis Crespo, en estos días se ha podido ver a un grupo de hombres y mujeres que paradian el nuevo sistema de transporte que revolucionará Las Palmas de Gran Canaria: la Metroguagua.

Y lo hacen inaugurando una nueva línea: la 69. Esta satírica y fictia línea de Guaguas Municipales cubre la ruta entre Andamama y el Coño Sur. No sin antes parar en Cipoche, Guanarpene o Teta y López.