Es fundamental ser críticos y estar informados sobre los mitos de limpieza que ponemos en práctica. La limpieza es una tarea importante y necesaria en nuestras vidas cotidianas. Sin embargo, existen múltiples mitos y consejos que se han transmitido de generación en generación que no siempre son beneficiosos o efectivos.

Uno de los errores más frecuentes es pensar que cuanto más limpiamos, mejor. Esto no siempre es cierto, ya que limpiar en exceso o de manera intensa puede ser perjudicial para nuestra salud y para la de nuestro hogar. Por ejemplo, algunos productos de limpieza contienen químicos tóxicos que pueden dañar nuestra piel y vías respiratorias.

Otro error muy común es suponer que no deben limpiarse los electrodomésticos cuya función principal es limpiar otros objetos, como sucede con la lavadora o el lavavajillas. En este tipo de electrodomésticos lo ideal es mantener una limpieza cada quince días a base de vinagre y bicarbonato, ya que son ambientes en los que se suele acumular restos de comida, minerales de agua dura, grasa y humedad que suele ayudar a que se generen hongos y moho.

Con lejía y vinagre se puede limpiar toda la casa: No. La lejía es uno de los productos de limpieza más utilizados, sin embargo, es agresivo para muchos materiales y su función no es limpiar, sino desinfectar. Cuando la usemos, debemos tener esto en cuenta. Con el vinagre de limpieza pasa algo similar y es que aunque es una sustancia natural y ecológica, su acidez puede ser demasiado fuerte para superficies delicadas como la madera, el granito y el mármol y las pantallas electrónicas.