La tragedia de la inmigración vuelve a sacudir las aguas próximas a la isla italiana de Lampedusa. Al menos 50 personas, diez de ellos menores, murieron el pasado viernes día 11 de octubre al hundirse la barcaza en la que viajaban unos 250 inmigrantes clandestinos. Intentaban llegar a Europa, pero el viernes por la tarde su sueño se truncó en el canal de Sicilia, a unos 130 kilómetros al sur de la isla.