Los suizos recharazon el domingo en referéndum aumentar el salario mínimo hasta los 3.200 euros al mes. De haberlo hecho se habría convertido en el país con el salario mínimo más alto del mundo, que hubiera doblado al que tienen en Alemania o Estados Unidos. Y que hubiera cuadruplicado al español, que se sitúa en 753 euros al mes. Pero el rechazo ha sido contundente.