El alcalde de la localidad francesa de Béziers se ha propuesto ir puerta a puerta para pedir a los migrantes sirios que han ocupado alguna vivienda, que se marchen. Les deja claro que no son bienvenidos y que si tienen necesidad de ser acogidos, que se vayan a otra ciudad. De nada le sirve que le pidan tiempo, un mes para hacerlo. Si ni se marchan, avisará a la policía.