En ambos márgenes de la carretera paralela a la playa de Famara, junto a las dunas, aparcan tanto residentes como turistas cuando van a disfrutar de ese arenal. La zona es un espacio protegido, al igual que el pueblo de Caleta de Famara, por lo que se debe extremar la conservación de ambos territorios.

De forma reciente, el Colectivo Tabaiba denunció la masificación de vehículos en esa vía, a la que llegó a calificar “como una ciudad en hora punta” por los numerosos coches estacionados en el lugar. “El turismo de masas nos expulsa de nuestras playas”, denuncia el Colectivo Tabaiba, que pide terminar con “el turismo masivo”.