La playa gallega de As Catedraís recibió en un sólo día en la Semana Santa del año pasado más de 10.000 visitantes. Una cifra que ha dado la voz de alarma al Gobierno gallego, que se plantea restringir el número de turistas para protegerla. La cifra que se maneja se acerca a las cinco mil personas diarias. La polémica está servida, entre visitantes, hoteles, comerciantes y administraciones.