Cuando un viajero experimentado planifica sus vacaciones, sabe que la anticipación es fundamental a la hora de asegurarse un buen alojamiento. Esto es especialmente importante cuando se viaja con niños o personas mayores, ya que puede requerir la búsqueda de requisitos especiales, como accesibilidad. En plena temporada alta, encontrar un lugar que satisfaga estas necesidades a un precio razonable puede ser una tarea desafiante, y esto es algo que una familia de Tenerife descubrió de una manera inesperada durante su estancia en la turística isla de Malta a través de una reserva en Airbnb.

La familia había realizado la reserva de su alojamiento con más de medio año de anticipación y había mantenido una comunicación fluida con la propietaria del apartamento. Hasta pocos días antes de su llegada, la comunicación con la anfitriona había sido perfecta, y los comentarios positivos de los huéspedes anteriores en la plataforma Airbnb reforzaron su confianza en su elección. Sin embargo, su experiencia comenzó a complicarse cuando la anfitriona dejó de responder a sus mensajes, especialmente cuando se acercaba la fecha de su llegada, contaron en Cadena SER Canarias.