El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, afirmó hoy que la explotación de petróleo frente a las costas de las islas "no es una solución ni para Canarias ni para España, aunque pueda serlo para Repsol".

"El petróleo sólo se lo va a llevar, si le dejamos, Repsol, pero no le vamos a dejar", sentenció Rivero al final de su intervención en el debate sobre el estado de la nacionalidad.

Anunció que el Gobierno de Canarias va a impulsar todas las medidas que permite el estado de derecho "que hagan inviable la explotación de petróleo" en las costas.

Acusó al Gobierno central de falta de diálogo y de lealtad institucional con el archipiélago al autorizar las prospecciones petrolíferas, una actividad que "choca directamente contra la línea de flotación de un modelo que queremos desarrollar", en referencia al turismo.

Para Paulino Rivero, la explotación petrolífera es un asunto coyuntural que significaría una hipoteca para Canarias durante mucho tiempo.

Actualmente no hay capacidad tecnológica para controlar la seguridad de las exploraciones a gran profundidad, dijo.

Es posible que en diez o quince años sí existan esas condiciones tecnológicas, así que, preguntó, por qué tanta precipitación.

Paulino Rivero afirmó que Canarias "quiere dialogar", pero "la imposición es mala consejera" en un país descentralizado en el que nada funciona "si no hay dialogo y lealtad institucional".

El presidente canario dijo que es engañar decir que las prospecciones son para conocer si hay petróleo y que después se decidirá sobre su explotación, porque la ley de hidrocarburos asocia los permisos de exploración con la explotación.

Tampoco es cierto, indicó, que si no se explota desde las costas Canarias, Marruecos se va a llevar el petróleo. "El petróleo sólo se lo va a llevar, si le dejamos, Repsol, pero no le vamos a dejar", concluyó.