De momento no hay noticia de los contenidos del futuro REF económico en los Presupuestos Generales del Estado del próximo año, los últimos de la legislatura y del Gobierno de Mariano Rajoy. Pese a las expectativas de que la nueva etapa de colaboración entre Canarias y el Ejecutivo central podría permitir la incorporación de partidas que respondieran a la prevista reforma del fuero isleño, la realidad de los números es bien distinta.
De hecho, las cuentas estatales del 2016, aunque incrementan los fondos globales destinados a Canarias en un 11% hasta los 742 millones, siguen sin cumplir con el mandato de destinar al Archipiélago al menos la media de la inversión estatal. El Gobierno canario cifra este incumplimiento solo en inversión y transferencias (capítulos VI y VII) en 123,3 millones de euros menos en los presupuestos de 2016, con respecto a la inversión media en el resto de comunidades. En la actual legislatura, el desfase asciende a 732 millones menos que la media del Estado.
La reforma del REF ha sido señalada por los Ejecutivos central y regional como una prioridad para lo que queda de legislatura. Ambos se han conjurado para tratar de cerrar un acuerdo antes de la convocatoria de elecciones, a mediados de octubre. La empresa no es fácil pero la cumbre que sentó frente a frente al nuevo presidente de Canarias, Fernando Clavijo, y al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, encabezando sendas delegaciones gubernamentales, sirvió para dar los primeros pasos.
Comisión bilateral
Acordaron crear una comisión bilateral de técnicos que revisarían los aspectos fundamental del documento que el Parlamento canario aprobó por unanimidad el pasado 4 de abril y que ya está sobre la mesa del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
Previamente, el Gobierno canario contaba con que la mejora de la situación económica prevista en los presupuestos de 2016 y el consiguiente incremento de las inversiones del Estado podrían anticipar alguna novedad respecto a lo reclamado en el nuevo REF, o al menos mejorar algunas de las partidas de compensación a la insularidad que ya se contemplan desde hace años en las cuentas estatales y que se habían recortado notablemente durante los años de la crisis. Uno de los objetivos de los primeros contactos con Soria y con la ministra de Fomento, Ana Pastor, era intentar negociar los presupuestos e incrementar esas partidas.
Pese al mencionado incremento general, la disponibilidad presupuestaria para hacer frente no ya al REF venidero, sino al actualmente en vigor, ha sido mínima. De hecho, muchos de los programas y convenios firmados con el Estado hace años para tratar de acercar la inversión canaria a la media estatal y para compensar la insularidad siguen congelados o suspendidos, mientras que otros que se han mejorado siguen lejos, sin embargo, de las partidas con que estaban dotados antes de los recortes.
El Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC) es quizá el más significativo de los desaparecidos. Dotado con 42 millones desde que en 1996 lo firmaran los gobiernos de José María Aznar y de Manuel Hermoso, el actual Ejecutivo de Rajoy lo rebajó a 10 millones en 2012 y lo mantiene suspendido desde el 2013, es decir, durante tres años consecutivos.
Lo mismo cabe señalar del convenio de infraestructuras educativas, otro de los convenios emblemáticos acordados en aquellos años de pacto entre el PP y CC en Madrid y con 40 millones de dotación que también se suprimieron en los primeros presupuestos de Montoro. Las subvenciones a las potabilizadoras se mantienen congeladas en 3,5 millones tras rebajarse desde los más de 16 millones que llegaron a tener antes de la crisis, y otros apartados de ayudas a la insularidad tampoco despegan. Las subvenciones al transporte, tanto de pasajeros como de mercancías, que suben un 18% respecto a 2015, son las únicas que sí parecen responder a las expectativas canarias.
En materia de infraestructuras, las cuentas estatales del 2016 contienen la novedad de una sustancial mejora del convenio de carreteras, congelado en los 54 millones desde hace tres años y con una deuda respecto de lo pactado de 755 millones incluyendo a 2016. Los 97 millones para el próximo año son un respiro, pero tampoco responden a las expectativas que se había creado el Gobierno de Canarias, que aspiraba a al menos 120 millones para poder hacer frente a pagos pendientes y a obras ya adjudicadas. La obra nueva sigue estancada porque la partida queda lejos de los 207 millones de antes de la crisis. Eso sin contar el área cultural donde había partidas de 1,5 millones para el traslado de artistas y compañías canarias a la Península y viceversa y no aparecen dotaciones.
