Desde la calle Ocho de Marzo al Área Polivalente de Narea, con un recorrido de 'sube y baja' por las principales vías del barrio de San Gregorio y con miles de personas, entre participantes y curiosos que desde primera hora buscaron el mejor sitio para ver el desfile carnavalero, transcurrió ayer durante varias horas la cabalgata del Carnaval de Telde, uno de los actos más multitudinarios de las carnestolendas.

Récord de participación con 30 carrozas, grupos carnavaleros, participantes individuales o acompañados que no quisieron perderse, una edición más, un peculiar paseo por el centro de la ciudad. Tarzanes, Janes, Chitas y otros personajes del imaginario colectivo cuando se piensa en la selva, alegoría del Carnaval de este año, animaron el recorrido, este año algo más extenso de lo previsto inicialmente.

Así, los tres kilómetros del itinerario, según los cálculos de las concejalías de Festejos y Protección Civil, dirigidas por Juan Martel, como ha ocurrido con otros actos, que han sufrido cambios, como el de la carrera de tacones de mañana, los organizadores han exprimido hasta el fondo las posibilidades que ofrece la ciudad para celebrar eventos multitudinarios como este, además de evitar, en la medida de lo posible, que su desarrollo cambie la rutina de los residentes.

Un itinerario que comenzó a las 17.00 horas con la llegada de las carrozas participantes, aunque se contó con ese particular sentido de la puntualidad por estas tierras, pero tampoco supuso mayor problema. Desde las calles Ocho de Marzo -un homenaje al Día Internacional de la Mujer, probablemente-, Poeta Pablo Neruda, la Avenida del Cabildo (carril de bajada), rotonda de El Roque, Avenida del Cabildo (carril de subida), Inspectora Farmacéutica María del Pino Suárez López, rotonda del Chorrillo, Ciega, Los Sabandeños, Luis Doreste Silva, Francisco Villén Lucena, Alcalde Manuel Álvarez Peña, Rotonda de Daora y calle Poeta Pablo Neruda, con un público que aplaudía y se divertía con los disfraces de sus quien sabe si vecinos o familiares, no todos ortodoxos con la alegoría selvática.

Aquí valían también las enfermeras barbudas, las 'chicas' con piernas peludas o el grupo de jóvenes luciendo disfraces colectivos, todo por saborear unas horas de distracción en un sábado que habitualmente no luce tan animado como el de ayer y que tendrá su colofón hoy con la carrera de tacones, el carnaval de día y el entierro de la sardina. "Chiquita subida la de la Avenida del Cabildo", comentaban un grupo de veteranos carnavaleros, con michelines y no precisamente porque fueran disfrazados del emblema de una marca de neumáticos. Pero para eso estaba el combustible de estas y otras jaranas, con ron sobre todo en petacas y alguna cosilla para bajarlo, pero sin demasiado caso al elemento sólido de la gastronomía. Un paseo largo y con un final en la calle Pablo Neruda, vecina de la de Joan Miró, pero por donde no podían bajar los vehículos. Al fondo de la vía dedicada al pintor catalán se presentaba el Área Polivalente de Narea, donde avanzada la tarde noche comenzó el mogollón de la selva.

La seguridad estuvo garantizada en todo momento. Como explicó Juan Martel, unas 100 personas son los encargados de velar por la seguridad de las personas que participen en los actos festivos, entre el Cuerpo Nacional de Policía, la Policía Local, Protección Civil, el Consorcio de Emergencia de Gran Canaria e Iscan Servicios Integrales, entre otros. Además, durante la cabalgata se contó con la presencia de las unidades especiales de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía. Por otro lado, en materia sanitaria el día de la cabalgata se dispuso de tres Unidades de Soporte Vital Básico, una Unidad Medicalizada y un Puesto Médico Avanzado con personal facultativo, ubicado en la zona principal de la fiesta, el Area Polivalente de Narea. Participaron también en el dispositivo de emergencias y seguridad efectivos contraincendios del Consorcio de Emergencia de Gran Canaria, así como voluntarios de Protección Civil de Telde y otros municipios.