Unos 11.000 niños de la provincia -entre benjamín y cadete- podrían quedarse sin iniciar la temporada si antes no aparece un patrocinador o una subvención que aporte los 270.000 euros que cuesta la Mutualidad.

A esta medida taxativa llegaron ayer los asistentes a la Asamblea Anual de la Federación Interinsular de Las Palmas, que respaldaron al máximo la convocatoria de huelga.

Con relación a la mutualidad del fútbol base, el presidente de la Interinsular anunció que después de varias reuniones con el anterior consejero del Cabildo y con el actual, Lucas Bravo de Laguna, éste último le puso en contacto con una empresa nacional que estaba dispuesta a subvencionar el seguro.

En su alocución, Antonio Suárez destacó que había un superávit de 18.281 euros de la temporada pasada. "Esto gracias a los 100.000 que la RFEF aportó como premio por el campeonato del Mundo conseguido por la selección", destacó.

En relación a la Mutualidad señaló: "De los 200.000 euros que nos daba la Caja de Canarias, esta temporada no nos ha aportado ni un euro", se lamentó. Añadiendo: "Lo único que hemos podido hacer es suspender a las cuotas de los clubes -que no la de los futbolistas- desde benjamines a cadete.

También expuso que esta temporada ha habido 215 altas de equipos por 125 baja, "por lo que habrán 90 nuevas formaciones".

Por último notificó que en septiembre se realizará la entrega de trofeos, así como que había una tarifa especial en Binter para los clubes y una reducción de las cuota.