La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Abierto de Miami

Serena Williams prohíbe el paso a Carla Suárez en Miami

La estadounidense levanta el título (6-2, 6-0) con un triunfo aplastante

Serena Williams es demasiado (6-2, 6-0). Carla Suárez no pudo hacer nada ante la número uno del mundo, ante la ganadora de 19 Grand Slams, ante la que ayer ganó su octavo título en Miami. Ante una leyenda. La grancanaria había escalado como nunca en el mejor torneo de su carrera, pero en la cima la más grande le prohibió el paso. Se hundió Carla Suárez en el segundo set tras una primera manga en la que, pese al resultado, estaba plantando cara.

No logró plasmar Carla el magnífico tenis que había firmado en todo el torneo. Nerviosa en los primeros juegos, impotente cuando se acercó a su mejor nivel y cabizbaja en cuanto cedió el primer set, la final duró un abrir y cerrar de ojos, menos de una hora. Y eso que de inicio parecía que Carla estaba entera.

Serena mostró mucho respeto en los primeros juegos. Ella llevó el peso de los puntos. Quería acortar los intercambios, imponer su fortaleza física y jugársela en todos los golpeos. Tardó en carburar, pero en cuanto lo hizo metió la directa. En ese proceso a Carla le dio tiempo de ilusionarse. Serena lo mismo la machacaba con una derecha inalcanzable que cedía una bola fácil a la red. El partido era un vaivén constante, ninguna de las dos se mostraba sólida.

Una pequeña oportunidad

La estadounidense cerraba los puntos para bien o para mal, pero la grancanaria aguantaba en los peloteos, jugaba profundo y Serena no se encontraba del todo cómoda. Tuvo dos rendijas Carla para ponerse por delante en cada set. La primera llegó en el quinto juego, con 2-2, saque para Serena y 30-30. Progresaba la grancanaria en su juego y a la estadounidense le había costado arrancar, pero dio un puñetazo sobre la mesa y con dos saques directos no dio opción a Carla de romper su servicio.

Desde entonces ya Carla no ganó ningún juego. Cedió el servicio posterior tras cometer hasta cuatro errores no forzados con su revés. Su arma más diferencial no le funcionó en cuartos, ni en semifinales ni tampoco en la final. Su progresión le permite ganar partidos ante grandes rivales sin su revés, pero Serena obliga a tener todos los sentidos alerta.

Con 4-2 en contra no se rindió Carla. Aunque no ganó ningún juego la insular, Serena Williams tuvo que desplegar su mejor tenis para cerrar el primer set. La estadounidense se desató y empezó a devolverlo todo. Resistía Carla muchos intercambios gracias al golpeo de derecha que tantas alegrías le ha dado en este inicio del 2015, un movimiento en el que ha progresado una barbaridad. Así, levantó dos bolas de set con su servicio, pero Serena ya había pisado el acelerador y cerró la primera manga por la vía rápida.

Oportunidad y desplome

"Estamos mucho más cerca de lo que parece", resumió Xavi Budó, entrenador de Carla Suárez, a su pupila en el tiempo de asueto entre set y set. Y es que la grancanaria, aún sin mostrar su mejor versión, no estaba tan lejos como indicaba el resultado. Ocurre que Serena estaba intratable con su servicio.

La estadounidense lo volvió a demostrar en el inicio de la segunda manga, cuando Carla Suárez tuvo de nuevo una opción para llevar la iniciativa. En el primer juego disfrutó de una bola de rotura, pero la estadounidense respondió con dos saques directos y un primer servicio que no pudo devolver Carla Suárez.

La grancanaria perdió toda esperanza a partir de ese momento. Entregó la raqueta y perdió los dos siguientes juegos en blanco. Dejó de creer en la victoria y se desplomó. Entró en un bucle en el que lo mejor para ella era que acabara el partido cuanto antes. Y asín ocurrió. En un suspiro firmó Serena Williams el título.

Un desenlace amargo que no debe manchar el mejor torneo de Carla en su carrera. El final agrio no debe cambiar la moraleja: que la grancanaria está entre las diez mejores del mundo y está capacitada para ganar a cualquiera... excepto a Serena. La estadounidense, cuando está tan desatada como ayer, juega en otra liga. Cumplió con la etiqueta de número uno del mundo y Carla no pudo hacer nada.

Compartir el artículo

stats