"¿Por qué he escrito este libro?", se cuestiona en voz alta José Luis Hernández Torres, autor de la obra Carmelo Cabrera. El Globetrotter blanco, cuando se le pregunta el motivo de su trabajo. Y, de inmediato, sin dudar, sin tener que metabolizar la consulta, encuentra una respuesta contundente y sincera. "Porque fue mi ídolo desde que era un niño y esto es un homenaje, un tributo, a su figura", argumenta casi sin pestañear este periodista de La Laguna, que primero admiró al mito "cuando jugaba los Torneos de Navidad con el Real Madrid y yo lo veía a través de la televisión en blanco y negro que tenía mi abuela" y que luego disfrutó con la clase que el base puso a disposición del CB Canarias al final de su carrera deportiva.
Hernández Torres, que ha empleado cuatro años de su vida para completar una obra que se presentará mañana en el Club LA PROVINCIA -a partir de las 20.00 horas-, recuerda: "Me fijé en Carmelo Cabrera porque mi padre, un gran aficionado al baloncesto que iba a ver los partidos del Canarias cuando jugaba en canchas de tierra, me apuntó en su momento que era canario", pero más allá de esa conexión, fueron otros detalles los que le engancharon al base del Real Madrid. "Me enamoré de su juego", subraya con cierto punto de pasión.
"A esas alturas no sabíamos nada de la NBA", desarrolla el autor del libro, "y lo que hacía Carmelo [Cabrera] con el balón sobre la pista le hacía único. Ya no le perdí de vista y encima, al final de su carrera, tuve la suerte de que jugara para el equipo de mis amores, el Canarias". Hernández Torres, que fue jefe de prensa del club aurinegro, del Magia de Huesca y que ahora dirige la web Superbasket Canarias, rememora que "le seguí cuando el equipo jugaba en el Luther King y luego en el Ríos Tejera. Por eso, cuando se dio la posibilidad de hacer el libro, se fusionó todo: mi ídolo, mi equipo y mi vocación periodística".
Recuerdo de una época
El autor, además, considera que "este libro es también una especie de homenaje al resto de jugadores de baloncesto profesionales que, cuando se retiran, cuando dejan de estar en la cresta de la ola, pasan al anonimato y el teléfono deja de sonar". "No es este el caso de Carmelo", repone Hernández Torres, "pero con este trabajo recordamos también una etapa casi olvidada de este deporte. Ellos fueron los pioneros, los que generaron la afición al baloncesto en este país en condiciones mucho peores que las actuales, pero ni siquiera aparecen en las estadísticas. Y un buen ejemplo, en ese sentido, es el propio Cabrera. Como sólo participó en dos temporadas de la ACB, todo lo que hizo cuando era la Liga Nacional parece que desapareció, que está sepultado por el olvido".
Durante los últimos años, el trabajo de Hernández Torres ha sido meticuloso. "He tenido que contrastar mucha información", recalca, "porque una persona recordaba la historia de una manera, otra de forma diferente y una tercera servía para atar cabos y darle forma. También he visitado muchas redacciones, en busca de datos e imágenes. En el libro hay entre 78 y 80 fotos y documentos. Ha sido duro, pero apasionante. Ha valido la pena, porque me ha dado la posibilidad de conocer mejor a mi ídolo, que es una persona fantástica, pero sobre todo porque cuando me propuse sacar adelante esto el reto era que Carmelo sintiera que se viera su vida reflejada en el libro y yo, como autor, creo que he conseguido ese objetivo".
La obra, que cuenta con un prólogo de Walter Szczerbiak -exjugador del Real Madrid y el CB Canarias-, la colaboración especial del periodista Juan Carlos Real -sobre su etapa en el Valladolid- y el epílogo de Antoni Daimiel, está dividida en seis partes, como si fuera un partido de baloncesto: la previa, que recoge sus inicios en Gran Canaria, primer cuarto (su paso por el Real Madrid), segundo cuarto (sus dos años en el Valladolid), tercer cuarto (su final de carrera en el Canarias), cuarto cuarto (etapa internacional con la selección) y postpartido (desde su retirada hasta la actualidad).
El libro, además, tiene carácter solidario. Por cada ejemplar vendido se donará un euro a la ONG 'Corazón y Vida de Canarias', que reúne a padres, familiares y amigos de pacientes con cardiopatías congénitas y otras patologías no tratadas en Canarias.
