Zuleika García busca trabajo desde hace años. Estos días participa en un programa de formación e inserción laboral del Servicio Canario de Empleo (SCE) que le ofrece un certificado profesional y una opción, entre varios compañeros, a un contrato. "Haremos prácticas y unos pocos accederán a un puesto. Estamos ilusionados por esta oportunidad y por eso mismo pedimos a los empresarios que se animen a contratar a más gente", reclamó.
Esta joven es una más entre los cientos de aspirantes a un puesto de trabajo que ayer acudieron a la jornada de empleo del Gobierno canario, celebrada en Infecar, bajo el título, Nos importa tu empleo. En la misma, el SCE presentó un balance de resultados de sus programas de formación e inserción laboral. Francisca Luengo, consejera de Empleo, aseguró que con esta fórmula se han creado 30.000 contratos desde el inicio de 2013. La novedad en la iniciativa parte del compromiso de contratación suscrito con empresas, instituciones y organismos en un porcentaje que se mueve del 30% al 60% según el sector y el colectivo implicado. Sin embargo, los alumnos de estos programas instaron a los empresarios a contratar más, ya que en la mayoría de casos se trata de trabajos temporales y precarios.
Por eso, los protagonistas de la jornada fueron los alumnos de los programas de inserción presentes en la jornada, en su mayoría jóvenes, que forman parte de las 258.687 personas desempleadas en Canarias, según datos del mes de febrero. La realidad detrás de los números tiene nombres, apellidos e ilusiones como las de Zuleika García, Roberto Almeida, Anabel Robaina o Irene Guerra.
Las caras de la crisis
García realiza en estos momentos un curso de limpieza a través del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Su programa, de nueve meses de duración, ofrece un certificado profesional y una opción de acceso a un puesto de trabajo. "No se contratará a todos, pero sí a una parte del alumnado", explicó antes de elevar una petición compartida en el salón de actos de Infecar: "Pedimos un esfuerzo a los empresarios para que contraten más y, sobre todo, que estos cursos, por los que cotizamos, nos den derecho a cobrar el paro".
A su lado, Roberto Almeida representa otro de los sectores peor tratados. Es albañil de profesión y ante la ausencia de trabajo en su especialidad ha decidido reinventarse laboralmente para acceder al sector de la hostelería. Almeida participa en un programa para mayores de 40 años en el que colabora la marca Bosco Café y también irradia optimismo en su discurso. "Nunca me gustó el mundo de la hostelería, la verdad. Pero me decidí a hacer este curso y cada vez le voy cogiendo más cariño a esta nueva profesión", explicó, agradecido por el trato recibido de sus profesores, pero consciente de sus opciones. "Aquí no te prometen un trabajo, pero sí la oportunidad de conseguir uno", expuso antes de admitir ciertos nervios ante un evento próximo. "Tenemos uno en abril y tengo ganas. Quiero volver a sentirme activo. Además, nos va a dar confianza para seguir, ser eficientes, buscar trabajo y encarar el futuro con ilusión", valoró.
Mientras, Irene Guerra busca su primer empleo. Su pasión es la imagen y ahora ha encontrado su vocación en un curso de Asesoría integral de imagen personal y una vía al mercado laboral que más le gusta. "La imagen es una herramienta imprescindible para todos, especialmente a la hora de acudir a una entrevista de trabajo", señala mientras ofrece, hiperactiva, sus conocimientos al resto de compañeros. "Somos la primera promoción en Canarias", aseguró orgullosa mientras explicaba que el grupo lo forman doce alumnos integrados en el Centro de Referencia de La Isleta. "Nuestra ilusión está en poder dedicarnos a esto. Es un mundo en el que existen muchas posibilidades y, más que ilusión, para nosotros sería un sueño", añadió.
En una situación parecida vive Anabel Robaina Santana, que realiza un curso de promoción turística. Tanto ésta como el resto de participantes de estos cursos tienen la vista puesta en las prácticas. "Ahí es donde nos jugamos la posibilidad de quedarnos trabajando", explicó Robaina antes de admitir con confianza: "pienso que voy a hacer las prácticas y con un poco de suerte quedarme trabajando, aunque sea por unos meses. Al fin y al cabo se trata de acumular experiencia".
En el acto del Servicio Canario de Empleo participaron colectivos colaboradores en los programas de inserción laboral. Entre ellos la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria cuyo rector, José Regidor, que lamentó que muchos de los desempleados de hoy son "chicos que dejaron los estudios por acudir a la llamada del sector servicios. Fue una lacra y ahora hay que combatirla con formación".
Mientras, Agustín Manrique de Lara, presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, destacó que generar empleo es "nuestra tarea diaria", antes de reclamar un marco que facilite la creación de un tejido empresarial y de una formación de nivel.
Por otro lado, el subsecretario del Ministerio de Empleo, Pedro Llorente, recordó que se va a reformar el sistema de formación del Estado para personas desempleadas. Además, indicó que la dotación para las políticas de empleo ha crecido de una forma importante. Sin embargo, tanto éste como Luengo admitieron que la mayor parte de los contratos que se están generando a partir de estos programas son precarios y temporales. "Lo importante ahora es crear empleo", aseguró éste antes de añadir que, "en cuanto mejoremos eso que habrá que buscar que sea de mejor calidad. Pero ahora, lo importante es que la gente trabaje".
El Grupo Lopesan es una de las empresas que ayer participó en la jornada 'Nos importa tu empleo', organizada por el Servicio Canario de Empleo. Helena Mariño, directora de Relaciones Humanas del grupo hotelero, quiso señalar la confianza que deposita la compañía en los programas de formación profesional que imparten los centros canarios y que ofrecen la oportunidad de acudir a las bolsas de titulados "accediendo a un segmento de la población adecuadamente motivada, correctamente formada y con gran interés por trabajar en el sector de la hostelería, lo que se traduce en un mayor rendimiento del personal en nuestros centros". Asimismo, subrayó la mejora en cuanto a la adaptación del contenido de los cursos a las necesidades reales de las empresas, lo que ha repercutido en un mejor servicio y una más fácil adaptación de esos alumnos al mercado laboral en el que deben integrarse. El ámbito de las prácticas profesionales a través de los centros de formación fue otro aspecto que destacó Mariño. Muchos trabajadores de Lopesan han comenzado su andadura en la empresa a través de programas de prácticas de centros de formación, una acción que quiso recomendar a otras empresas. "El mejor trabajador posible es el que combina la mejor aptitud con la mejor actitud. A eso les animo desde una compañía que busca la excelencia a través de la preparación de sus trabajadores", concluyó. LA PROVINCIA
