¿Cuántos años en la misma compañía?
Son ya cuarenta años en el grupo, con cambios de denominación en las empresas pero siempre dentro del negocio del vidrio y, en concreto, en la división dedicada a la fabricación de tarros y botellas.
¿Qué labores ha desarrollado en todo ese tiempo?
Entré en la dirección financiera y ahí estuve unos años, en lo que era consolidación de empresas. De ahí pasé diez años a la dirección de control de gestión, en la empresa que es la que se ocupa de los presupuestos y los costes, y los últimos diez años he estado como director de programación y logística para la Península Ibérica.
¿Estaba entre sus planes venir a Canarias?
En nuestra empresa siempre tenemos una rotación media de movimiento. Normalmente no estás muchos años en el mismo puesto de trabajo. Canarias es un destino probable para cualquier trabajador del grupo y la verdad es que llevaba ya sonando un tiempo, me han dado la oportunidad y he considerado que podría hacer un trabajo importante aquí, donde imagino que ya me quedaré hasta que me jubile.
A su favor tiene que llega con la crisis superada. Porque lo está, ¿o no?
La crisis en el mercado canario no está superada todavía. En el año 2008 se vendían aquí 33.000 toneladas de vidrio y a partir de ahí se bajó a entre 20.000 y 22.000. Desde entonces se ha mantenido una planicie casi total. No hemos llegado a los niveles precrisis ni creo que vayamos ya a llegar. Digamos que la crisis está superada pero todavía no hemos sido capaces de incrementar las ventas en el mercado isleño.
¿A qué se debe?
Vendemos a envasadores. Con la crisis bajó el consumo y no se ha recuperado, los pedidos se han reducido. Las cerveceras, las empresas de refrescos, de zumos, los licores... lo han sufrido y también ha influido la importación de los grandes actores como Heineken o Mahou. Ahora mismo veo que en el Archipiélago hay mucha cerveza peninsular o internacional, se comprueba en los bares. Lógicamente eso resta capacidad de producción a cambio de productos que se fabrican en la Península.
Según ese esquema, ustedes no encuentran en el turismo a un aliado.
Los hoteles tienen grandes cadenas de compras y se autoabastecen sin pasar por el mercado canario. Estoy aterrizando, pero tengo esa idea. Hay que convivir con ello. Lo cierto es que desde 2010 hasta el año pasado tampoco han bajado nuestras ventas. Afortunadamente, todavía se envasan bastantes productos en el mercado canario, tanto en Gran Canaria como en el resto de las islas. Los vinos y algún otro producto van mejor y compensan las caídas.
¿Sirven esas 22.000 toneladas directamente desde Canarias?
Prácticamente todas, sí. Hay una pequeña cantidad que se importa, una cantidad residual.
¿Cuánto es eso en euros?
El año pasado hemos estado en torno a los 25 millones de euros, que es una cantidad importante.
¿Más o menos que en 2016?
Siempre un poco más que el año inmediatamente anterior, estamos teniendo unos resultados relativamente buenos.
