La urbanización de Arauz, uno de los proyectos estrella del casco, sigue sin ver su fecha de final. Lo que iba a ser la prolongación del núcleo de población de Telde continúa, después de diez años, sin terminar.

El 10 de junio de 1999, el Ayuntamiento, como promotor de las obras, adjudicó a una constructora los trabajos de la urbanización, que estaban previstos que concluyeran en un plazo de siete meses y contaron con un presupuesto inicial de 2,4 millones.

Sin embargo, 10 años después, los propietarios de la zona siguen indignados con la situación. La familia de José Luis Pérez era propietaria de unos 5.000 metros cuadrados. Tras negociar con el Ayuntamiento de Telde se quedaron con unos 700 metros que serían urbanizables cuando finalizaran las obras. Según la ley, parte de los terrenos tenían que ser derivados al consistorio para que éste pudiese habilitar la zona. Pérez considera que lo que se ha hecho es "un derroche de dinero. Ahora hay que volver a habilitar y equipar todo".

Actualmente los terrenos se encuentran en un estado de abandono. Bidones, alcantarillas oxidadas, escombros, restos de tuberías, botellas, e incluso, una caseta de obra decoran el lugar. La razón es que las obras se paralizaron en 2003 tras varios episodios de desavenencias entre la constructora y el Ayuntamiento por la urbanización de los terrenos, sobre todo por las críticas por la lentitud con la que se acometía y el resultado final de algunas infraestructuras. Finalmente, tras nuevos desacuerdos entre ambas partes, los trabajos se pararon, y hasta la fecha.

En el parque urbano asoman dos edificios que fueron construidos hace años. Uno por error municipal y el otro por silencio administrativo. Ambos están sin finalizar. En uno de ellos puede apreciarse la instalación de los termos de agua que esperan, algún día, poder ser encendidos.

El edil de Contratación, Agustín Arencibia, alega que el proyecto se actualizó y se espera que éste salga en septiembre.