El Cabildo de Gran Canaria pidió ayer "paciencia" a los vecinos del Norte que padecieron colas de 24 kilómetros y dos horas de atasco a la entrada y salida de Las Palmas de Gran Canaria. La obra de acondicionamiento de la carretera del Norte, que durará hasta el 8 de noviembre, provocó ayer viernes retenciones de tráfico de tal envergadura que propició la indignación de los ciudadanos. El cierre de carriles, dejando sólo uno en cada sentido, a la altura de la rotonda de Bañaderos colapsó por completo la vía con colas que a primera hora de la mañana llegaron hasta la rotonda de La Atalaya, en Santa María de Guía.

El trayecto de Gáldar a Las Palmas de Gran Canaria se suele hacer en veinte minutos, pero ayer viernes muchos conductores tardaron en hacerlo más de dos horas, por lo que las críticas a la planificación de estas obras fueron la comidilla durante toda la jornada. Los vecinos no entienden que para realizar una obra de asfaltado se tenga que formar un atasco monumental. Solicitan que este tipo de obras se acometan en horario nocturno como se realiza en otras zonas de Gran Canaria.

El Ayuntamiento ha trasladado su desacuerdo con el cierre de carriles a la Mancomunidad del Norte porque no se plantearon otras alternativas y porque les parece un auténtico desprecio a los ciudadanos de la comarca su cierre en las horas en que más se utiliza la vía.

En este contexto, el presidente del Cabildo, José Miguel Pérez, pidió paciencia a los conductores que se han visto inmersos en el atasco y recordó que muchas de las obras que se están ejecutando en este momento están generando empleo y, por tanto, contribuyendo al bienestar de muchas personas que, de lo contrario, estarían en el paro.

Desde el Gobierno de Canarias se ha justificado la planificación de estas obras bajo el argumento de que esta medida permitirá acelerar los trabajos en la nueva carretera del Norte, por la que se lleva décadas esperando. La intención del Ejecutivo es la de inaugurar el cuarto carril a finales de año. Previsiblemente durante el puente de La Constitución, por lo que los trabajos que se están desarrollando en la rotonda de Bañaderos se consideran imprescindibles para cumplir los plazos.

Así, hay quien recuerda que llevan dos años de obras para construir tres kilómetros y medio de carretera, por lo que temen que el Norte seguirá igual durante mucho tiempo más.