| Derrumbes. Buena parte de los derrumbes se localizaban en las medianías entre Santa María de Guía y Moya, que se saldó con un herido leve. En esta última villa la vía que une El Pagador con el centro urbano aparecía con piedras y barro que hacían peligrosa la circulación, si bien el trabajo de los servicios de mantenimiento permitieron el tránsito durante todo el día.

| Un hoyo con vistas. El barrio costero de Sardina de Gáldar se desayunaba ayer con su ya habitual socavón, porque es la segunda vez que se presenta. La primera fue hace dos años, según afirmaba el alcalde de la localidad Teodoro Sosa, en el acceso al puerto y al que ya se le ha dado hasta nombre, una puerta al infierno por las dimensiones del agujero y "porque se ve algo allá abajo", explicaba un curioso especialmente socarrón. Se encuentra pocos metros más abajo del bar La Cueva y dejará aislado no sólo el muelle, sino también a los dos restaurantes siguientes que se encuentran en sus inmediaciones.

| Vadeo a Anzo

También la vía de acceso a Anzo, Marmolejos, La Vega y Huertas del Rey, junto al puente de los Tres Ojos, obligaba a un ejercicio de vadeo, por la altura del agua que llevaba el barranco de Gáldar. Peor le ocurría a los dos propietarios de sendos vehículos en La Enconada, que amanecía con leves daños por la caída de un muro. En Becerril, también se deshacía una pared con gran cantidad de material que entretuvo varias horas a los operarios para desalojarlo.