El Festival Internacional del Circo comienza este viernes con la Invasión Circense que trae a Gran Canaria espectáculos accesibles y diferentes actividades. Durante este viernes 3 y sábado 4, las actividades se llevarán a cabo en Santa Brígida, mientras que el domingo 5 Triana acogerá el primera espectáculo accesible y diferentes actividades que se desarrollarán durante todo el día.

La Invasión Circense nace con el objetivo principal de fomentar el circo y las artes escénicas en todas sus disciplinas, géneros y expresiones culturales haciendo especial hincapié en las nuevas creaciones, los nuevos talentos, los jóvenes artistas y compañías, que aporten valor, calidad y reflejen la diversidad creativa del panorama circense nacional e internacional. Tras ocho ediciones sigue tratando de favorecer especialmente la comunicación entre las distintas Comunidades Autónomas, la igualdad de todos los ciudadanos en el acceso a los servicios culturales y la creación y consolidación de nuevos públicos.

El programa se extendrá los días 3 y 4 por Santa Brígida, y el domingo 5 en Las Palmas de Gran Canaria. El festival echa a andar el viernes en Santa Brígida a las 19.00 horas cuando el espectáculo "Échalo Pa'l Aire" actúa en el parque agrícola El Galeón. Más tarde, a las 20.00 horas, las calles de Casco recibirán el primer Pasacalle del Festival cerrando la inauguración.

El sábado llegará bastante más cargado con hasta siete eventos programados en el municipio satauteño. Además de la Feria de Artesanía que se extenderá a lo largo de todo el día, el Parque Municipal acogerá las actuaciones de "Delmar Lemming" y del grupo "Tomten" con la animación de "Acce y Sible" y de Rafaelillo Clown, cerrando los actos programados para este municipio.

Para el domingo, ya en la capital grancanaria, tendrá lugar en un Triana uno de los platos fuertes del primer fin de semana de Invasión Circense, el espectáculo "Clownbaret". En él dos chef se enfrentan en una cocina donde los platos y la manera de cocinarlos son tan alocados como ellos mismos, saltándose la famosa premisa de "con la comida no se juega".