En la charla que ofreció usted en la casa museo León y Castillo de Telde, con motivo de las V Jornadas de Cultura del Agua, apuntaba la utilización en dos salinas de la isla de la energía eólica desde su puesta en marcha. Parece que antes era más fácil colocar un molino sin mayor problema que los de ahora.
No, para nosotros sigue siendo fácil por que los utilizamos exclusivamente para el autoconsumo y de forma aislada, sin engancharnos a la red. Y por lo tanto no tenemos que pagar el 'impuesto al sol', por esa particularidad.
¿Y en qué consiste la mecánica de estas dos salinas, las de Tenefé y la de Bocacangrejo?
Las salinas del Tenefé antiguamente se conocían como la de Los Tres Molinos. El sistema, básicamente consiste en trabajar con una bomba de pistón que succionaba el agua y la elevaba a una cota superior a la de los cocederos. En el caso de Bocacangrejo, aún funciona uno con este fin. En cuanto a su tipología en el caso de Vargas se trataban de unos multipalas americanos y en el de Tenefé eran molinos de vela.
Ah, ¿y siguen los de vela?
No. Existe uno restaurado pero solo de manera testimonial. Ahora recurrimos a unas bombas pequeñas, que son las que se utilizan en las piscinas, porque se tratan de disponer de caudal y no de presión, y la energía que consumen provienen de unas plantas fotovoltaicas y un pequeño aerogenerador de 3,2 kilovatios de potencia.
Es decir que usted no gasta un euro ni en facturas de luz, ni en cubas de gasoil.
Nada. Ni un solo euro.
La viabilidad de estas energías renovables para poner en marcha una salina, ¿indica que puede ser extrapolable a otras industrias?
A muchas sí, pero por desgracia la mayoría de las industrias suelen consumir mucha más energía que nosotros. Una carpintería, por ejemplo, o una panadería requieren una demanda energética mucho mayor, y por tanto una gran inversión en infraestructura. Ahora, bien, está claro que son el futuro.
Bueno, y si no es el caso quizá de una gran empresa, ¿se podría vivir ya en Canarias sin conectarse a la red eléctrica?
Depende del derecho de superficie. Si vives en un edificio con azotea común no puedes, porque no dispones de espacio para poner las placas, pero si se trata de un señor con techo o azotea propia hoy ya puede vivir del sol y el viento porque Canarias disfruta de un pico solar con una media diaria de más de cinco horas y treinta minutos.
