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Agüimes

"El Cabildo debe descubrir la fosa de Pasito Blanco, donde hay 24 fusilados"

"En Telde hemos recabado 80 asesinatos franquistas; también en Ingenio y Agüimes hay 40 desaparecidos", asegura el autor del libro Tormenta en la memoria

"El Cabildo debe descubrir la fosa de Pasito Blanco, donde hay 24 fusilados" QUIQUE CURBELO

¿Cuál es el contenido del libro Tormenta en la memoria

Es una recopilación de relatos sobre la represión franquista en Canarias a partir del golpe de Estado de 1936, basado en testimonios de personas que directa o indirectamente fueron víctimas.

¿Por qué lo ha escrito?

Al ser familiar de varias personas asesinadas por el franquismo: mi abuelo Francisco González Santana, concejal comunista del Ayuntamiento de San Lorenzo, y su hijo, mi tío Braulio González, asesinado en su cuna con solo cuatro meses en un registro buscando a mi abuelo por una brigada del amanecer encabezada por el empresario Eufemiano Fuentes, donde uno de los falangistas lo sacó de su lecho para arrojarlo contra la pared de cabeza.

¿Cómo ha sido el proceso de elaboración de sus relatos?

Ha sido fruto de un trabajo de investigación de más de diez años en todas las islas, hablando y grabando a personas afectadas por la represión, familiares, testigos directos de los crímenes, para desde ese proceso construir cada uno de los relatos basados en hechos reales.

¿Cómo valora la represión del franquismo sobre los isleños?

En Canarias no hubo guerra igual que en el resto del Estado. Sí hubo una guerra oculta, sutil contra la clase trabajadora y sus dirigentes populares, un genocidio planificado y orquestado por Falange, Acción Ciudadana, la oligarquía y la Iglesia católica como institución, que planificaron meses antes del golpe la brutal represión, elaborando listas negras para asesinar y desaparecer en fosas, simas, pozos y el mar. Convirtieron Canarias en un laberinto sin salida para miles de personas que solo defendían la legalidad constitucional.

¿Cuáles fueron las zonas donde se produjo más represión?

Fue generalizada en todas las islas, sobre todo en Gran Canaria y Tenerife. Solo en San Lorenzo fue asesinada toda la corporación municipal, hasta su secretario e inspector jefe de la Policía Local, con un número muy alto de desapariciones tras las brutales torturas y violaciones de derechos. El ensañamiento fue brutal siguiendo las consignas de los generales sediciosos y de una oligarquía canaria que jamás perdonó a quienes trataban de cambiar el estado de las cosas una situación de generalizada explotación laboral, semiesclavitud y una absoluta vulneración de derechos, que la República en muy poco tiempo trató de paliar y construir una sociedad más justa.

¿Entre los represaliados hubo mucha gente del Sureste?

Sí. Hubo muchos asesinatos y personas que sufrieron penas de campo de concentración y cárcel. No es casualidad que eligieran la Sima de Jinámar como lugar de exterminio. Tanto en Telde, con más de 80 personas desaparecidas, como en Ingenio o Agüimes, donde hasta ahora hemos recabado unos 40 asesinatos franquistas, extendiéndose a todo el Sur. Detuvieron, torturaron y asesinaron a líderes campesinos, jornaleros, maestros republicanos, médicos e intelectuales que defendían la libertad y la democracia.

¿En su libro recoge algún testimonio?

Sí. Destaco la fosa de Pasito Blanco en la que se encuentran todavía 24 catalanes asesinados y enterrados. Esperamos que el Cabildo descubra sus restos, ya que su presidente, Antonio Morales, se ha comprometido. La CNT y CUP de Cataluña se han mostrado dispuestas a colaborar. También están los relatos El sur del sur barranco abajo y La enternecida claridad en el ojo del infierno, que se narran otras represiones del Sureste.

¿A qué instituciones o personas piden responsabilidades?

El actual estado español tiene una responsabilidad directa en los miles de crímenes franquistas. Tienen la obligación moral y política de reparar todo ese daño en las familias de las víctimas, juzgar a los asesinos estén vivos o muertos, sacar los huesos de cada fosa, de cada cuneta, de cada sima volcánica, algo tan sencillo como una tumba donde poder poner flores a tus muertos. Mientras eso no se haga efectivo en este país no habrá democracia.

Su libro es un elemento más en la querella planteada por la Asociación Canaria Víctimas del Franquismo en un juzgado de Buenos Aires sobre 1.700 isleños represaliados. ¿Por qué en Argentina y no en España?

En España se nos han cerrado todas las puertas a las víctimas del franquismo para poder hacer justicia. Por eso hemos tenido que recurrir a la justicia de Argentina denunciando e incorporando a la querella que dirige la jueza Servini 1.800 asesinatos.

¿Cómo valora los pocos avances sobre los fusilados y arrojados en la Sima de Jinámar?

Es una vergüenza histórica que hasta ahora la Sima de Jinámar no se haya abierto para sacar los restos de los cientos de personas que allí fueron arrojadas por los fascistas, la complicidad institucional y judicial con los criminales franquistas se hace evidente en este lugar de Gran Canaria. Este enclave está absolutamente abandonado por el Cabildo y el Ayuntamiento de Telde, repleto de basura, sin que exista un centro de interpretación que recoja lo allí sucedido.

¿Qué acogida está teniendo?

Muy buena. Se han vendido en dos meses 5.000 libros en toda España y se prepara una tercera edición de otros 2.000.

Este viernes lo va a presentar en Agüimes. ¿Por qué?

A petición de personas como Manolo Pérez o Miguel Jiménez, históricos luchadores por la libertad y la democracia de esta zona de la Isla, junto a un Ayuntamiento que también lo ha sido.

¿Qué ha supuesto para usted Tormento en la memoria

Un inmenso orgullo, un ejercicio de reparación y de poner voz a tantas personas represaliadas y asesinadas. Dejar un legado de justicia y dignidad, un acto de amor por quienes fueron asesinados por defender los derechos sociales.

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