"Los centros de atención a minusválidos profundos no son colegios, son centros sanitarios. Por eso deben estar abiertos los 365 días del año. ¿Acaso cierran los hospitales en agosto?" Son palabras de Aquilino González, presidente de la asociación de madres, padres y alumnos del centro Reina Sofía, en El Lasso.

Estos centros se ocupan de personas con deficiencias psíquicas que no pueden valerse por sí mismas y necesitan ayuda para actividades tan cotidianas como comer, vestirse o ir al baño. El cierre de estos inmuebles en el mes de agosto ha propiciado que Aquilino y unos treinta padres afectados presentaran ayer en el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria una reclamación para que los centros sigan abiertos todo el verano. Algunos padres de los internos rondan los 80 años y no pueden atender a sus hijos adecuadamente en agosto. Otros trabajan y les es imposible ocuparse de ellos.

Desde el Instituto defienden que la ampliación de los servicios de los centros depende de la Comunidad Autónoma, pero el Gobierno de canarias responde que se trata de una competencia del Instituto, que es del Cabildo.

Los manifestantes, en su encuentro con el gerente en funciones del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria, Francisco Domínguez, apenas consiguieron la promesa de una reunión a tres bandas entre el Instituto, el Gobierno y los padres. "A ver si así se ponen de acuerdo", aclaró González.

El de El Lasso es el centro con mayores problemas en su gestión. Los padres consiguieron ayer la promesa de la colocación de unas lonas en el patio para dar sombra a los usuarios y la reposición diaria de la comida. "Antes nuestros hijos comían productos recalentados de hace cuatro o cinco días", apuntó González.