Aparte de pedir la anulación del juicio, el abogado Eligio Hernández presentó una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por la actitud de la juez de instancia. El resultado de ambas actuaciones es paradójico, pues la Audiencia de Las Palmas ha dado la razón al letrado de Soledad Perera, pero el órgano de gobierno de los jueces archivó la denuncia formulada contra la magistrada María Gabriela Ramos. Y es que, según resolvió la Comisión Disciplinaria tras abrir diligencias de investigación, ese 26 de febrero no hubo "ningún suceso" del que se pudiera "deducir" que la jueza "cerró" las puertas de la sala a ningún "medio informativo ni a ninguna otra persona". El carpetazo de la queja se produjo el pasado mayo, esto es, cinco meses antes de que la Audiencia haya llegado a la conclusión contraria. El CGPJ archivó la denuncia porque creyó a la jueza. El incidente ni siquiera fue recogido en el acta de la vista oral.