La Dirección General de Tráfico pondrá en marcha dentro de unas semanas dos radares fijos en la Circunvalación de la capital grancanaria, con el objetivo de reducir el número de accidentes que se producen en esta vía. Los pórticos con los radares fueron instalados hace unos meses en los dos tramos más peligrosos de la autovía por la velocidad que alcanzan los vehículos, dado que la fuerte pendiente de la carretera, en un caso, y la larga longitud de la recta, en otro, facilitan que se sobrepasen los 120 kilómetros por hora, pese a que los límites establecidos son de 80 o 100 kilómetros.

El primer control funcionará en el tramo más cercano al cruce con Marzagán, una bajada muy pendiente de 500 metros, en dirección norte-sur, y el otro está situado poco después del cruce con Pedro Hidalgo, en dirección sur-norte. Se trata de los puntos kilométricos 1,5 y 4,6.

Tráfico busca reducir el número de muertes y accidentes que se producen en la GC-3 por exceso de velocidad, tras los excelentes resultados obtenidos en la Avenida Marítima con la instalación de los radares. Al menos siete personas han muerto en accidente en la GC-3 desde 2005. El último accidente tuvo lugar hace tan sólo una semana y en él perdieron la vida dos personas, justo en la recta de bajada hacia el cruce de Marzagán, donde ya está instalado uno de los radares.

Este objetivo se ha conseguido en la Avenida Marítima, donde la velocidad media de los vehículos ha disminuido de manera considerable. El número de accidentes, desde la colocación de los radares en noviembre de 2004 ha disminuido en un 69%. El pasado año se registraron 137 accidentes, frente a los 446 accidentes que hubo en 2003.

Jesús González Dumpiérrez, concejal de Seguridad y Movilidad Ciudadana, aclara que la inmensa mayoría de las muertes que han ocurrido en la Avenida Marítima desde la instalación de los radares se debe a atropellos de personas que cruzan la autovía, pese al alto riesgo que corren. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el año pasado no se registró ninguna muerte en la Avenida Marítima y en lo que va de año ha fallecido una persona.

Dumpiérrez considera decisiva la instalación de los radares en la reducción del número de accidentes y muertes, pero cree que el efecto de los controles de seguridad se ha visto reforzado por la puesta en marcha del carné por puntos y la modificación del Código Penal, que ha convertido en delitos algunas infracciones, como exceder los límites de velocidad. "Los efectos de los radares no se notaron de verdad en 2005, porque se retrasaron las notificaciones de las denuncias, pero en 2006 la gente ya tomó conciencia de que si superaba la velocidad permitida iba a ser multada. A ello se ha unido el carné por puntos", dijo.