Cerca de 400 de los 2.500 vecinos del barrio de Tenoya se manifestaron ayer tarde por el medio de la carretera general, no sin tiranteces con la policía, para exigir al Gobierno de Canarias que no cierre el actual túnel, su único acceso a Tamaraceite y al resto del municipio, sin ofrecerles antes una vía alternativa.

Las obras de la fase IV de la circunvalación podrían obligar a cerrar el viejo túnel mientras se horada uno nuevo en paralelo al actual, como ha reconocido la propia Consejería de Obras Públicas, promotora de los trabajos. Los residentes en este barrio lindante con el municipio de Arucas quieren evitar la única alternativa que se les ha ofrecido hasta ahora que no es otra que dar un rodeo de 27 kilómetros, a través de la GC-2, y subir hasta Tamaraceite por Guanarteme.

La marcha de ayer, que contaba con la autorización de la Delegación del Gobierno, vivió momentos de tensión cuando varios efectivos de la Policía Nacional bloquearon con sus coches el paso de la manifestación en la calle El Molino para evitarles acceder a la carretera general. El gesto, que no hizo más que calentar unos ánimos hasta entonces sosegados, fue justificado por los policías nacionales por la ausencia de la Policía Local, que debía de encabezar la marcha por temas de seguridad vial. "Ésta es una señal más de lo marginada que está Tenoya por el Ayuntamiento", se quejaba un airado Lorenzo Santana, presidente de la asociación de vecinos del barrio, "a las 17.30 avisamos a la Policía Local para que estuvieran aquí a las 18 y no nos han hecho caso, y no es la primera vez, cada vez que hay procesión nos hacen lo mismo; desde la Policía Local se nos boicotea continuamente".

Finalmente, los agentes municipales llegaron sobre las 19.15 horas cuando la manifestación ya marchaba por la carretera general tras acceder la Policía Nacional a permitir la marcha para evitar males mayores debido a la tensión acumulada durante la media hora de espera en la cuesta de El Molino.

Los vecinos, además, reclamaron al Gobierno de Canarias que les compense por atravesar su barrio con una infraestructura como la fase IV que planta junto a sus casas nada menos que dos puentes de grandes dimensiones. Como primera y gran compensación estos vecinos piden un acceso directo desde Tenoya hasta la circunvalación de la que ahora mismo sobre los planos están exentos, pese a soportar gran parte de sus construcción. "Es vergonzoso que dividan el barrio en dos con una carretera de 15 metros de ancho y tengamos que ir hasta Los Giles para poder circular por ella", aseguró Macías. También se pide como compensación que se habiliten canchas deportivas.