"Aquí debe haber un error porque esto es competencia nuestra". Dos tenientes de la Guardia Civil irrumpieron en la comisaría de Policía Nacional de Distrito Sur de la capital grancanaria en el momento en que prestaba declaración el jefe de Homicidios, Eduardo Belda, horas después de haber ordenado la detención de la mujer de un general del Ejército de Tierra por conducir en Tafira en sentido contrario. Los mandos de la Benemérita pretendían hacerse cargo a toda costa de las diligencias y la discusión acabó a gritos. Lo ocurrido esa tarde en las dependencias policiales está recogido en un informe interno de la policía solicitado por el juez. En él constan por escrito las quejas de Belda al sentirse presionado por los agentes del instituto armado.

Eran en torno a las cinco de la tarde del pasado 25 de junio. La Policía Nacional había detenido dos horas antes a María Esther Vaquero Martín, esposa del general del Ejército Francisco Martín Alonso, máxima autoridad militar del Archipiélago. La mujer se negó a ofrecer su testimonio ante la policía y el inspector jefe de la Brigada de Homicidios, Eduardo Belda, prestaba declaración en calidad de testigo en la comisaría de Distrito Sur. Belda circulaba ese día por la carretera del Centro cuando, de repente, se encontró de frente el coche de la esposa del general, contra el que casi impacta de no ser por una maniobra milagrosa que permitió a la mujer, que conducía en sentido contrario, pasar entre dos vehículos. Tras la brusca maniobra automovilística, el inspector padece dos hernias cervicales que han requerido tratamiento con una fuerte medicación.

GRITOS. La irrupción de los mandos de la Guardia Civil en la sala en la que prestaba declaración el inspector acabó a gritos, en medio de una discusión en la que la Benemérita insistía en que los hechos sólo merecían sanción administrativa. Además, el instructor de las diligencias recibió más de veinte llamadas telefónicas de numerosos mandos militares y de la Guardia Civil mientras la detenida permanecía en la comisaría. Dos días después, la mujer aceptó una condena de 4 meses de prisión.