El velero Samuel y Rebeca, una embarcación de 17 metros de eslora, realiza excursiones a la carta desde hace cinco años por el litoral capitalino. En sólo cuatro horas, explica su patrón, el empresario Miguel Ángel Beneyto, se pueden descubrir los encantos de la costa capitalina, desde El Confital hasta La Laja, pasando por una visión inédita de la Avenida Marítima, los Riscos o la catedral de Santa Ana.

Beneyto, propietario de la empresa NautiSport, que regenta también una tienda náutica con el mismo nombre, señala que la mayoría de sus clientes son extranjeros, aunque la gente del país de vez en cuando contrata sus servicios, que van desde una jornada de pesca a excursiones a la bahía de El Confital o La Laja para bucear, darse un baño o, simplemente, disfrutar del sol y del vaivén de las olas.

Una excursión de cuatro horas cuesta 55 euros, refrigerio incluido, y en el barco pueden entrar hasta seis personas, explica Beneyto, quien señala que en su velero ha visto celebrar desde despedidas de solteros hasta jornadas de pesca en las que el deporte es la excusa para tomarse unas cervezas y echar unas risas. "También ofrecemos noches románticas para parejas. Fondeo el barco en Alcaravaneras y los dejamos pasar la noche solos. Hace 20 días salí de excursión con siete mujeres", recuerda Beneyto. Los trabajadores de las plataformas petrolíferas que recalan en La Luz también demandan sus servicios para la pesca con caña en la zona de El Confital. "Compramos el velero hace cinco años y desde entonces hacemos excursiones. Cuando hay clientes, vamos a Fuerteventura, hasta Jandía. Salimos el viernes por la mañana y volvemos el domingo por la noche. A veces me llaman y vamos hasta el sur de Gran Canaria y el resto nos movemos por el litoral capitalino", explica Beneyto, que también ofrece cursos básicos de navegación.