La labor de control del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria sobre la gestión de Emalsa vive un nuevo desencuentro. La corporación ha abierto un expediente informativo por la gestión de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Tamaraceite. "Queremos tener un conocimiento exhaustivo para asegurarnos de que todas las inversiones que se están realizando en la estación están justificadas y que no se deben a un mal mantenimiento de la depuradora", afirmó el primer teniente de alcalde y concejal de Movilidad Ciudadana y Medio Ambiente, Ángel Sabroso.

La depuradora de Tamaraceite se encuentra inmersa en un proceso de renovación en el que trabaja la empresa Ferrovial tras lograr una concesión para llevar a cabo las obras por valor de 16 millones de euros en 2010. Los trabajos realizados sirven al Ayuntamiento como referencia para solicitar a Emalsa información sobre cuál ha sido el mantenimiento de la estación desde su concesión en 1993.

Sabroso planteó las dos cuestiones cruciales que han llevado al consistorio a abrir el expediente informativo: "¿En qué estado se encontraba la depuradora de Tamaraceite? ¿Quién tenían la responsabilidad de realizar el mantenimiento para que no se tuviese que volver a invertir dinero público?". Los datos solicitados por la corporación llega un día antes de que se celebre el consejo de administración de Emalsa, donde continuará el debate sobre la auditoría de las cuentas de la compañía.

La información que el Ayuntamiento pretende obtener de la empresa se corresponde con el fondo de reposición. Este es un documento "legalmente exigible en el que tienen que aparecer las labores que ha realizado Emalsa para mantener la estación depuradora en correcto estado y la inversión destinada a ello", explicó Sabroso.

El Ayuntamiento teme, a tenor de las obras efectuadas por Ferrovial, que Emalsa no se haya responsabilizado del mantenimiento de la estación, cuando es una exigencia de la adjudicación, reflejada en la cláusula 9.7 del contrato aprobado en el Pleno del 30 de julio de 1992: "El concesionario, Emalsa, durante todo el tiempo de la duración de la concesión se obliga a conservar los bienes cuyo uso se conceden en buen estado de conservación, así como a amortizar su coste contablemente constituyendo el correspondiente fondo de reposición".