La tendencia es ya imparable. Las calles en las que se prohíbe circular a más de 30 kilómetros por hora están delimitadas en el barrio de Arenales hasta Bravo Murillo. Y desde ayer comienzan a implantarse en algunas vías de Ciudad Jardín y una docena de calles de Alcaravaneras, en el cuadrante que delimitan Galicia, Néstor de la Torre, León y Castillo y Manuel González Martín. La Concejalía de Movilidad, que gestiona Ángel Sabroso, impulsa así un plan amparado en la legislación estatal, y con origen en las prácticas que desde los años ochenta han venido aplicando países como Holanda, los países escandinavos o Europa Central, para dar preferencia al peatón ante el tráfico rodado.

El Ayuntamiento de la capital grancanaria no parará en Alcaravaneras, que en realidad es la cuarta fase de una programación que incluye una nueva cuadrícula en el mapa, hasta Franchy Roca. Luego llegará el turno de Guanarteme, La Isleta, el entorno de Vegueta y Triana... y los barrios como Schamann, Escaleritas, Altavista, Las Coloradas o Lomo Los Frailes. Las denominadas Áreas de Convivencia Modal no tocan las arterias principales del tráfico en la ciudad, ya que, según el criterio municipal, sólo pueden implantarse en vías que no superen los 500 vehículos a la hora o tengan una intensidad media diaria de menos de 6.000 automóviles. El Consistorio ha tenido en cuenta factores como el impacto de la circulación en las horas punta para decidir qué calles señaliza con el llamativo rojo y el círculo con el 30 bien destacado.

Sabroso incidió en que con esta nueva catalogación de buena parte de la trama urbana "se da un paso en la cultura de la movilidad que estamos fomentando en la ciudad". El concejal del área recordó el objetivo perseguido con el plan: "Mejorar la convivencia" entre el coche, el peatón y la bicicleta. El efecto que se busca es el de evitar que el transeúnte o el ciclista puedan resultar intimidados por las altas velocidades de los automóviles, y tengan la preferencia debida en el cruce o paso por estas zonas.

El edil de Movilidad ha defendido que las zonas de menos de 30 "no generarán ningún perjuicio a la red principal de vías" de la capital grancanaria, y que peatones y bicis "serán cada vez más protagonistas". Para conseguirlo, el gobierno municipal ha comenzado a programar dispositivos de la Policía Local que, en vez de sancionar a los conductores que sobrepasan el nuevo límite, les advierten de cómo funciona la señalización en estas calles y de que en el futuro su conducta sí podría ser objeto de multa.

La sanción futura

Si se aplicase lo establecido por las normas estatales de circulación, la sanción por ir a más de 30 kilómetros por hora en estas calles puede llegar hasta los 300 euros, más la retirada de dos puntos del carné de conducir.

Sin embargo, la Policía Local tardará aún en poner en práctica la aplicación de estos castigos. De momento, seguirán advirtiendo, mientras las zonas de menos 30 se van extendiendo a lo largo del entramado urbano y se comienzan a colocar en diferentes barrios de la capital grancanaria. Desde la Concejalía de Movilidad se recalcó que "la vocación no es recaudatoria", y que lo que se persigue es que el ciudadano asimile sin traumas el nuevo ecosistema del tráfico.

Este se establece con señales situadas marcando a la entrada y salida de las calles, de principio y final de la prohibición de circular a más de 30 kilómetros por hora. La señalización es, principalmente, horizontal, sobre la calzada, y con pintura especial antideslizante, rugosa y preparada para la circulación segura de motocicletas, ciclomotores y bicicletas sobre la calzada una vez que se aplique. Otra de las ventajas que se resaltan desde el Consistorio acerca de esta nueva medida es que "se minimizan los riesgos de atropello". O al menos, el riesgo de daño físico al que se expone un peatón.

La concejala de Distrito Centro, María Amador, fue ayer la encargada de proceder a la presentación de estas vías en Alcaravaneras, en la calle Alfredo Calderón. Una vez que se acabe en esta zona, la implantación de las Áreas de Convivencia Modal seguirá ampliándose en dirección al Puerto.

La quinta fase será la de la señalización del espacio entre las calles Tomás Miller, Presidente Alvear, Juan Manuel Durán y Franchy Roca. Luego, desde el Ayuntamiento no se ha especificado un orden, pero sí el alcance pretendido. Barrios como Escaleritas, Altavista o Schamann vivirán el mismo proceso. Que igualmente será aplicado en otros más alejados, como Lomo Los Frailes o Las Coloradas.

En la Concejalía se sostiene que las señales de menos 30 "disuaden a los conductores con itinerarios de largo recorrido de utilizar el viario interno como atajo". El automovilista afronta, así, un periodo de mentalización obligatoria: hay que levantar el pie del pedal.