La GSF Arctic I se irá al Puerto de Santa Cruz de Tenerife después de más de un año en la bahía de la capital grancanaria. La Luz cumple así con el objetivo de desviar a unna perforadora que llegó en marzo de 2013 arrastrada desde Brasil, y que desde entonces ha permanecido en las aguas de la entrada sur de la ciudad sin demandar más servicios que el fondeo y puntuales avituallamientos para sus reemplazos de mantenimiento. La Autoridad Portuaria de Las Palmas cumple igualmente con lo que anunció en febrero de este año: no dispone de más espacio para plataformas que no lleguen para ser reparadas o revisadas, y hayan contratado servicios técnicos con astilleros, talleres o empresas instaladas en el recinto de la capital.

En marzo el Puerto ya procedió de manera similar con la Sedco 710, que había estado atracada en el muelle de Arinaga desde noviembre. La nave de la multinacional Transocean sufrió los embates de la mala mar que se dio en el sureste grancanario meses atrás, y pidió un hueco en La Luz que la Administración en Las Palmas no pudo facilitar. Finalmente, fue desviada a Santa Cruz de Tenerife, que recibía a su primera gran perforadora en dos años. Su llegada causó cierta confusión en el puerto vecino, al anunciarse que arribaría con 130 tripulantes. Fuentes portuarias confirmaban que sólo un pequeño reemplazo de 15 personas estaría en la Sedco 710, a la espera de que se le asigne un nuevo destino.

El caso de esta perforadora, construida en 1983, es similar al de la GSF Arctic I (que es del mismo año). Se trata de naves gestionadas por Transocean de una generación tecnológica anterior, que han acumulado varios años de actividad en distintas campañas de perforación. La GSF Arctic I ha estado ocupada durante su estancia en Gran Canaria por un reducido contingente de tripulantes, que se ha renovado periódicamente cada pocas semanas y que han mantenido a la plataforma a un mínimo de funcionamiento.