La tradicional celebración de los finaos tiene ya otro color entre los niños y los jóvenes canarios. Se trata de la fiesta de Halloween, de origen celta y conocida como la Noche de las Brujas en el mundo anglosajón, que desde hace varias décadas se vive con entusiasmo el día 31 de octubre en colegios y en casas privadas. Como en Carnaval, el disfraz es pieza fundamental. Aunque no vale cualquiera.
Brujas, esqueletos, zombis y vampiros son algunos de los disfraces más solicitados estos días en los centros de Carolan. Un espacio para encontrar todo tipo de accesorios relacionados con esta fecha basada en provocar el miedo y el terror a cualquier que se encuentre en el camino.
Maquillajes terroríficos
La directora comercial de Carolan, Olga Medina, comentaba ayer que son días importantes de ventas porque los centros escolares suelen organizar para el día de hoy fiestas de Halloween, mientras que los adolescentes vienen con su "lista y referencias" para celebrarlo a nivel privado.
"Antes de venir a comprar ya han mirado lo que hay por la página web; incluso visitan tutoriales para ver cómo se pueden maquillar", añadía, mientras puntualizaba la existencia de líneas de cosméticos en el mercado especializadas en este tipo de fantasías terroríficas. Además de una diversidad de complementos, incluidos artículos para repostería ya que la dulcería también se está imponiendo en la noche del terror anglosajón entre los más pequeños.
"Halloween es distinto a Carnaval. La gente se viste súper-elegante; principalmente los chicos, buscan su traje, su capa de vampiro, contaba.
El disfraz de payaso asesino, que ha provocado diversos incidentes en América, Europa y también en España por ser utilizado como broma de mal gusto también se vende en los centros, pero no tiene demasiado éxito entre los compradores de Halloween que optan por los clásicos vampiros, brujas y esqueletos, que este año vienen de color rosa y también fluorescentes para ser más divertidos.
