"No disociaba si estaba jugando o en la vida real". Con estas palabras quiso justificar el abogado defensor de Sergio D. G., acusado de asesinar a Salvador Luis González en Icod de los Vinos en enero de 2016, que el joven hubiera cometido estos hechos. El letrado manifestó que el acusado pasaba muchas horas jugando al World of Warcraft, un "juego de locos" según su punto de vista, que son "extremadamente violentos y que se basan en matar".

El abogado señaló en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que este tipo de adicciones son muy habituales en la actualidad ya que hay muchas personas con estos trastornos. "La ONU ya ha reconocido a estas adicciones a internet como una enfermedad que necesita tratamiento", argumentó.

Sería precisamente esta adicción la que habría enajenado al joven y lo habría llevado a cometer los hechos. De esta manera, el abogado también justifica la extrema violencia de lo sucedido. "Quién emplea una violencia de este tipo con un hombre tan mayor, pensaba que estaba jugando y en el juicio explicaremos cómo puede haber tenido esa disociación", aclaró y señaló que tras cometer presuntamente el crimen se marchó al apartamento que había alquilado en la playa San Marcos y jugó al videojuego durante varias horas.

El abogado señaló que Sergio D. G. no tenía planeado cometer el asesinato, ya que según él solo pretendía pedir una explicación por la denuncia que la familia de su expareja quería interponer contra él. Por este motivo, el letrado indica que "la víctima podría haber sido cualquiera que tuviera un comportamiento violento contra él".

Sostuvo que el acusado desconocía la invalidez de la víctima, ya que había tenido poco contacto con él y manifestó que no querer declarar durante el juicio es un "mecanismo de defensa de enajenado" que no quiere enfrentarse a los hechos.

Por todos estos motivos, la defensa presentó ayer su disconformidad con la pena de prisión permanente revisable que solicitan tanto la Fiscalía como la acusación particular. El abogado defensor pide la libre absolución de su representado alegando esta enajenación y solicita que el acusado cumpla la pena en un centro penitenciario psiquiátrico "del que no podrá salir hasta que supere las barreras impuestas por los psiquiatras del centro". "No estamos planteando que se vaya de rositas", indicó y se mostró preocupado por lo que podría ocurrir si su cliente sale de la cárcel después de cumplir la pena impuesta si no recibe tratamiento.