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Entrevista. Pianista y director

Iván Martín: "La Filarmónica es ideal para la precisión que exige Beethoven"

"No me veo como director titular de la OFGC porque sería renunciar a mi carrera de pianista, y no es mi objetivo", asevera el pianista

Iván Martín: "La Filarmónica es ideal para la precisión que exige Beethoven"

¿Qué particularidades tienen los Conciertos para piano 1 y 2 de Beethoven en los manuscritos que usted ha investigado?

Se trata de obras de juventud de Beethoven que estrenaron de la misma manera de la que yo voy a interpretarlas, que es tocando y dirigiendo. Como Beethoven era quien las estrenaba tocando, escribió partituras para todos menos para él y la parte de piano la improvisaba sobre la marcha. Pero unos años después, viendo que tenía bastante éxito como compositor y empezaba a ser conocido, rescató estas dos obras y escribió una parte más o menos definitiva para este instrumento. Pero diez años más tarde, se dio cuenta que no le satisfacía del todo y volvió a revisar todo el concierto añadiendo algunos cambios. Hizo un buen trabajo de readaptación porque ya entonces era bastante más maduro y pensaba de otra manera. Esos manuscritos son los que se han encontrado recientemente y son los que tomé yo de base para preparar esta edición y grabar el disco con la Sinfónica de Galicia el año pasado. No es descubrir nada extraordinario, sino es tocar la versión corregida del propio Beethoven de estas obras.

¿Cómo fue su trabajo de recuperación de esas partituras?

Estaban una mitad en la biblioteca de Berlín y otra a mitad en el archivo en Bonn, y hubo que hacer encaje de bolillos. Primero para saber si eran originales del propio Beethoven, y después para ver si realmente no eran apuntes sin sentido, sino una corrección de la música que había estrenado diez años antes. Al final, los compositores, una vez muertos siguen vivos, porque se encuentran partituras que una vez se perdieron.

En estos conciertos, además, usted va a estar dirigiendo a la orquesta y tocando el piano.

Tras estos dos conciertos sobre piano y orquesta vamos a interpretar dos oberturas de Beethoven que son obras de madurez del compositor. Si los conciertos para piano son, prácticamente, las primeras obras que Beethoven compuso para la orquesta, las dos oberturas ya son de una envergadura bastante mayor. Y la idea es contraponer el Beethoven maduro con el joven, e ir comparando. Entonces el esquema será una obertura, un concierto para piano, y una obertura y un concierto para piano. En las oberturas solo dirijo, pero en los conciertos de piano toco y dirijo.

Es la primera vez que dirige a la Orquesta Filarmónica.

Sí. En el disco que se editó en Sony Classical dirigía a la Sinfónica de Galicia. Y en los dos últimos años he dirigido muchas orquestas fuera, tocando y dirigiendo, como la Orquesta de Castilla y León, la Orquesta Sinfónica de Baleares, la Real Filarmónica de Galicia, etc. Con la Filarmónica de Gran Canaria me he encontrado un ambiente excelente de trabajo. Esta orquesta siempre ha tenido una fama bien merecida de tocar muy bien. Y durante la semana hemos trabajado muchísimo para encontrar un resultado óptimo.

¿Se trata de un repertorio especialmente complejo?

Esta música del Clasicismo es muy compleja porque es desnuda y requiere mayor concentración y trabajo que otras músicas. No hay demasiados decibelios en los que uno se pueda esconder. No es como las grandes sinfonías donde hay ochenta músicos en el escenario y aquello suena atronador. Aquí Beethoven tiene un gran volumen orquestal, pero la precisión es más importante que el volumen. Pero trabajar evocando a la gran cuerda que tiene esta orquesta es ideal para logar ese objetivo.

Tras este concierto, ¿cuál va a ser su siguiente proyecto?

Debuto en la sala Tchaikovski del Conservatorio de Moscú, que es una de las grandes salas de todos los tiempos. Luego continuaré en Alemania, Italia y también con algunas otras orquestas españolas. Compartiendo un poquito con piano solo, colaborando con otros directores, o bien dirigiendo algunas orquestas. Haciendo un poco de cada cosa.

Usted ha publicado tres discos hasta el momento. ¿Cómo han sido recibidos desde el público y la crítica?

Muy bien. Pero no soy demasiado amigo de las grabaciones. Estoy bastante al corriente de la tecnología aplicada a la grabación, y nunca he querido lanzar veinte mil discos en diez años, sino que a día de hoy, cada vez que saco un trabajo discográfico, entiendo que debe ser algo un poco especial porque ya el mercado está un poco saturado de discos. El primer disco fueron las sonatas de Soler y no me esperaba el recibimiento que tuvo, que fue extraordinario. Luego vino el primer proyecto para Warner donde dirigí y toqué unos conciertos de Mozart. Y cada disco ha sido un trabajo diferente. No descalifico quien lo hace, pero yo no me considero adecuado para grabar obras de repertorio y tocar. Yo siempre intentaré que cada disco sea algo excepcional, pero no por la calidad, sino por diferente. Proponer una oferta singular. En este caso los conciertos de Beethoven son muy conocidos, pero el hecho de que los tocáramos desde una partitura nueva y desconocida le daba un cierto rigor a la hora de grabar. Por eso este último disco fueron estos conciertos.

¿Cómo se ve más cómodo?, ¿en el rol de pianista o en el de director?

Yo soy músico, y disfruto de la música. No me veo dirigiendo, por ejemplo, las obras de Mahler o Bruckner. No es mi objetivo. Creo que hay un gran trabajo que hacer en todo este repertorio en el que estamos volcados, que es riquísimo y en el que hay que trabajar duramente con las orquestas. Y ahí es donde me siento especialmente cómodo en el campo de la dirección. Como pianista he tocado todo tipo de repertorio, desde Bach a Rachmaninov. No me quiero especializar. Pero en la dirección sí me interesa este periodo concreto, el que va desde el Barroco hasta mitad del Romanticismo. Me parece un repertorio magnífico que, desgraciadamente, no se hacen mucho con las orquestas porque entiendo que a los directores les guste mucho más un periodo posterior que, evidentemente, es mucho más agradecido y más lucido. Pero creo que todavía hay mucho que decir sobre este repertorio y por eso me atrae mucho.

¿Tiene compromisos para volver a actuar en Las Palmas de Gran Canaria en poco tiempo?

Estaré en el Festival con mi grupo, el Galdós Esemble, que es un grupo con músicos canarios, y con el que ya hemos recorrido muchos escenarios desde que se creó en 2010 tras el disco dedicado a Mozart. Ha sido una sorpresa porque hemos tenido muy buen recibimiento en todos lado, y las críticas han sido fabulosas. Y luego, en calidad de pianista, volveré en dos citas en los meses de mayo y junio para tocar con la Filarmónica.

¿Se vería como el nueva director titular de la orquesta Filarmónica de Gran Canaria?

Para nada. La orquesta tiene su trayectoria y yo la de pianista. Eso sería renunciar a mi carrera y no es mi objetivo. No me cierro a colaborar en ocasiones si ellos lo consideran oportuno, pero no como director titular, en absoluto.

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