El corazón del Lugo de Quique Setién en Segunda División siempre fue el mismo. Dos veteranos y que se sabían su fútbol de memoria. El entrenador cántabro lo tenía muy claro antes de cada partido. No había discusión. Su doble pivote en las tres últimas temporadas lo formaban Carlos Pita, de perfil ofensivo, y Fernando Seoane, el más posicional de los dos. Ahora, en la UD Las Palmas ha confiado en Roque Mesa y Vicente Gómez para su primera cita, aunque está por ver las opciones de Hernán, Wakaso y Culio -los dos últimos fueron bajas por sanción el domingo-.
Optaba siempre Setién por la fiabilidad, por dos jugadores que le daban garantías y que en sus tres temporadas en la categoría de plata jugaron 37 partidos como mínimo cada uno. Solo se perdían un encuentro por sanción o lesión. Con ellos en el centro del campo el Lugo siempre lo tenía claro. Pita era el cerebro, el jefe de operaciones en ataque, mientras que Seoane mantenía la posición y ayudaba a los centrales, entre los que se situaba para sacar el balón jugado.
Pita llegó procedente del Guadalajara en el año 2010, una temporada más tarde que Quique Setién. Y Fernando Seoane, que sí coincidió con el cántabro en su primera temporada en Lugo, se marchó luego a Segunda con el Nástic de Tarragona. Y cuando volvió el conjunto gallego a Segunda le reclutó de nuevo Setién.
En la categoría de plata han pasado los años, el Lugo se ha consolidado pero su doble pivote siempre era el mismo. Cada vez más veteranos y cada vez más indiscutibles, ahora superan los 30 años. Pero para Setién nunca hubo dudas. Ahora rastrea lo mismo en la UD.
