La galaxia amarilla de los récords. El Juvenil de la UD trituró al CD Tenerife (4-1) y se proclama campeón de invierno con pleno de 15 victorias tras 15 jornadas de Liga en la máxima categoría juvenil para poner punto y final a la primera vuelta. A las órdenes de José Ojeda -el primer entrenador Pachi Castellano estaba sancionado-, los amarillos ofrecieron un recital de pegada y fuegos artificiales. Con un Carlos González incisivo, en plan Robinho, una trituradora por el costado, los amarillos vencieron por 'ko' en un derbi de alto voltaje. A los 25 minutos, completando un inicio apoteósico, Jesús mandó a la red un balón de cabeza. Un remate preciso, directo al corazón del ogro del Teide. Con el viento a favor, los de Ojeda se dejaron llevar, se acomodaron y el 'Tete' selló la igualada al borde del descanso.

Una acción de contragolpe pilló a los amarillos con la muralla huérfana de músculo y Giovanni superó la salida a la desesperada de Sasha. Injusticia mayúscula.

Con el dominio absoluto del derbi más plácido que se recuerde, los blanquiazules besaron el descanso con un punto en el zurrón tras la candidez amarilla. Facu, Carlos González y Siverio se apiadaron de los tinerfeños. Pero tras el descanso, con toque de corneta incluida, la apisonadora de Ojeda puso el turbo. Un Ferrari de pólvora y magia. Exhibición y sinfonía de la generación de los récords.

Los ojos y aplausos de Viera

Velocidad y vértigo. La doble 'V' de los estiletes de gofio. Una generación de fantasía con el 'Flaco' como emperador. Los amarillos, en el maltrecho césped del Anexo del Estadio de Gran Canaria, bajaron el esférico al piso y sonaron los violines. Fútbol de seda con 55 goles a favor y 8 en contra. El Tenerife tuvo que ponerse de rodillas, ante la furia de la UD. Toque y glamour en la factoría perfecta. Carlos González firmó el segundo y 'Facu' Pérez ya puso un planeta entre la galaxia amarilla y el ogro del Teide.

21 puntos entre una cantera y otra, 21 motivos para morir por este equipo que apunta al título nacional para entrar en la historia. Lionel acabó con la humillación del ogro del Teide bajo una ovación mayúscula. El mediapunta Jonathan Viera, exponente de magia del primer equipo, estuvo en la grada para darle glamour. Récord en la cadena de filiales, una primera vuelta perfecta. Quince victorias para el éxtasis.