La UD Las Palmas abrió en Gijón un pequeño paréntesis en las vacaciones anticipadas que decidió tomarse hace unos meses. Estuvo algo más activo, pero aún así resultó insuficiente para salir del vergonzoso bucle en el que se ha instalado. No le dio ni siquiera para sumar ante el Sporting (1-0), un equipo desnortado y preso de los nervios que se llevó la victoria por una simple cuestión de coraje y necesidad. Con un gol de Carmona tras otro error defensivo, en esta ocasión de Hélder Lopes -que buscó una falta que no existió-, ajustició a los de Quique Setién, que no se cansan de perder. Y ya van tres consecutivas, seis seguidas a domicilio, y un total de cinco partidos sin ganar.

La racha es terrible y ha manchado ya de manera irremediable una temporada que iba camino de ser brillante. Pero la UD Las Palmas prefirió dimitir desde que Quique Setién anunció que no iba a continuar y el objetivo ya estaba virtualmente conseguido. No han encontrado la motivación ni han tenido amor propio los jugadores amarillos, que en Gijón continuaron con su caída libre. Ni siquiera el regreso de Jonathan VieraJonathan Viera sirvió para salir de la pesadilla. El de La Feria lideró a los insulares en una primera parte en la que protagonizaron los mejores minutos desde la victoria ante el Betis de hace un mes. No fue nada del otro mundo, nada que se le acercara a esos partidazos que firmó en la primera vuelta, pero sí mereció irse al descanso con ventaja.

El Sporting fue un rival muy flojo. Al borde del abismo, le dio por titiritar. Tenía delante a un auténtico cadáver pero no fue a por él. Le dio vida, le dejó espacios y estuvo a punto de encajar primero. Pero ni con esas marcó la UD. También es cierto que los amarillos no contaban con Livaja, Jesé, Vicente, Macedo y, sobre todo, un Prince que se podía haber hinchado en semejante panorama. Erik Expósito, del filial, ejerció de ´9´, cuajó una buena actuación y tuvo dos ocasiones.

Fue un partido de puro psiquiátrico. Tanto que por momentos pareció que el menos malo se llevaría los puntos. Los dos equipos dieron muchas facilidades defensivas, uno por pura incompetencia y el otro por falta de tensión. Las llegadas al área fueron continuas pero el gol no llegó hasta el minuto 67. A partir de ahí, entonces sí, el Sporting se centró en protegerse y la UD, con Viera desfondado, no tuvo empuje ni argumentos para merecer el empate.

Minutos de diversión

Sí que los había tenido en el inicio del partido para sembrar el pánico en El Molinón. El Sporting salió a morder, pero ese apretón duró apenas diez minutos y no le dio para inquietar a Javi Varas. La UD resistió y empezó pronto a combinar, a reconocerse a sí mismo. Roque, Viera y Montoro tomaron el control del centro del campo ante un rival que de manera incomprensible dejó de presionar arriba. Así que la UD, muy cómoda con el balón en los pies, encontró licencia para gustarse. No tuvieron los amarillos que responder a las mismas preguntas que en Vigo, Eibar, Bilbao, Leganés o frente al Atlético de Madrid. Todas esas derrotas habían tenido el mismo guión. El rival de turno presionaba muy arriba y aprovechaba la falta de tensión competitiva insular para robar y marcar.

Sin esa asfixia la UD pudo desarrollar su juego y tomárselo casi como un entrenamiento. En lugar de sufrir, a ratos se divirtió. Jonathan Viera marcó desde muy pronto la diferencia, como en el resto de la temporada, y provocó una llegada de Momo y un disparo peligroso de Roque. La siguiente la tuvo Erik Expósito, pero Babin le arrebató la gloria ya dentro del área. El tinerfeño, en su segundo encuentro, sufrió con la corpulencia de Meré y el francés, pero participó más y dejó mejores detalles que en Leganés.

El Sporting, pese al planteamiento equivocado de Rubi, llegaba al área por simple inercia. En una de esas Cop lanzó una falta que rozó la escuadra y al minuto, tras una internada por la izquierda, Castro no remató de lleno en boca de gol. Burgui y Canella eran un dolor de cabeza para un David Simón solo y perdido.

Perdón para Sergio Álvarez

Pero el ataque de la UD seguía a lo suyo y con el Sporting replegado gozó de varias ocasiones. Mateo dio un paso al frente y en dos acciones consecutivas rozó dos asistencias. En la primera mareó a Babin pero su centro lo despejó Meré con Erik preparado para encañonar. Y en la segunda su pase atrás lo remató Viera cerca del poste. Por entonces ya estaba en el campo Hélder Lopes, que sustituyó a Dani Castellano, víctima de una lesión muscular a la media hora. Antes del descanso Sergio Álvarez debió ver la segunda amarilla por una falta clamorosa a Viera en la frontal, pero el colegiado dejó la ley de la ventaja y luego se hizo el sueco.

En la reanudación llegó el punto de inflexión. Rubi sentó a Castro, un punta, y metió a Carmona, un extremo, y a los rojiblancos se les encendieron las luces. Siguieron sin puntería, pero con un 4-2-3-1 quebraron la salida de balón de la UD. Dejaron de aparecer con continuidad Roque y Jonathan Viera, que aún así generó peligro en ocasiones puntuales. Puso un centro que Erik Expósito, en su gran oportunidad, falló por una buena intervención de Cuéllar. Y al minuto Viera desaprovechó una gran asistencia de Momo con un remate que detuvo en dos tiempos Cuéllar.

En el otro lado del campo la superioridad también era del equipo atacante. Si Simón estaba sufriendo con Burgui, las incorporaciones de Canella y la poca ayuda del extremo de turno, Hélder sudó por el otro costado para frenar a Carmona. La portería insular, al contrario que en los anteriores partidos, resistía. A pesar de que el Sporting creaba mucho peligro por las bandas, siempre los centrales o los mediocentros se adelantaban o Varas paraba. Pero tanto acoso era cuestión de tiempo que resultara productivo. Y el premio rojiblanco llegó, como no podía ser de otra manera, en los pies de Carmona. Y, por supuesto, de manera primitiva y con ayuda amarilla: un saque de puerta de Cuéllar lo ganó Burgui ante Simón y el balón cayó a Hélder, que perdió el duelo individual con Carmona, se fue al suelo buscando la falta y el extremo batió a Varas de tiro cruzado.

Quedaban veinte minutos pero la UD no hizo sudar a Cuéllar. Solo dos remates de Viera y Montoro que se marcharon por encima del larguero asustaron a El Molinón. No está ya la UD para estos trotes. Desde hace tiempo le da pereza competir y no para de provocar bostezos y el deseo de que esta temporada acabe cuanto antes.

Ficha técnica

1.- Sporting: Cuéllar; Douglas, Babin, Jorge Meré, Canella; Moi Gómez (Xavi Torres, m.77), Mikel Vesga, Sergio Álvarez, Burgui (Isma López, m.83), Carlos Castro (Carmona, m 46) y Cop.

0.- Las Palmas: Javi Varas; David Simón, Lemos, Pedro Bigas, Dani Castellano (Helder Lopes, m.30), Montoro; Momo, Roque Mesa, Jonathan Viera (Hernán Santana, m 82), Mateo García (Halilovic, m 63); y Erik Expósito.

Gol: 1-0, m.67: Carmona.

Árbitro: Santiago Jaime Latre. Mostró tarjetas amarillas a Sergio (m, 32), Roque Mesa (m.41), Douglas (m.49), Cop (m.71), Canella (m.80), Hernán Santana (m.91+), Helder Lopes, a la conclusión del encuentro. También amonestó al entrenador visitante, Quique Setién (m.68).

Incidencias: Partido disputado en El Molinón, ante 21.758 espectadores.