Quiero compartir con vosotros un experimento. Un ejercicio lleno de simbología. ¿Os atrevéis?,

Primero quiero que oigas y veas este videoclip. Estad atentos y relajados mientras lo veáis. Está en http://www.youtube.com/watch?v=SR6iYWJxHqs&ob=av2e

Tengo metida en mi cabeza esta canción, no me la puedo quitar. Problemillas también tengo metidos en mi cabeza, y algunos de ellos no me los puedo ni quiero quitar.

Intenta ahora oírlo y verlo en español en http://www.youtube.com/watch?v=Ly8KqMZFPjQ

¿No sientes a veces que has estado o incluso estás ahora tirando de un piano como ese? ¿Del sacrificio que haces, de tu lucha por conseguir solucionar un problema, o intentas ayudar a alguien que lo necesita?

La letra de la canción va dirigida a una chica, pero yo la simbolizo a ella como el problema que tengo, o como la vida misma, el día a día, por lo que uno lucha siempre. El chico que tira del piano soy yo, simbólicamente, pero soy yo. Yo y vosotros que estamos soportando una fuerte presión por conseguir solucionar ese problema. Ese sacrificio que hacemos por lograr algo importante para nosotros. Algo en lo que creemos firmemente. Lo haríamos todo, lo que fuera por conseguirlo. Sería capaz de arrastrar un pesado piano por donde hiciera falta por ello.

Atraparía una granada por lograrlo, detendría una espada con mis manos o saltaría frente a un tren. Cualquier cosa, dispararía una bala directo a mi cerebro, moriría por conseguirlo, por solucionar ese problema, este conflicto, esta desgracia.

Pregunta si ella haría lo mismo por él, y yo me pregunto, ¿Lo haría él por mí? Dice la canción que no, pero yo digo que sí. Él haría lo mismo por mí si se diese el caso.

Por mí o por cualquiera de nosotros.

Estaría allí, en el extremo de la cuerda tirando del piano. Gritando fuertemente. ¡Venga chicos¡ ¡Seguid tirando fuerte¡ ¡Seguro lo conseguiremos¡ ¡Ánimo¡. Como el que más, tiraría, lucharía. Por solucionar el problema, por conseguir la normalidad. Ya lo hace, ¿Pero no lo ves?

El camino, como veis va a ser largo y duro, pero lo vamos a conseguir. Con fe. Con la esperanza que nos caracteriza. Entre todos. Piensa que él también está tirando. Míralo allí, en la punta de delante de la cuerda. Es el que más tira de ella. No lo vamos a dejar solo. Nunca. Aunque en ocasiones tengamos momentos de flaqueza, es lógico y comprensible, porque el camino es duro. Pero sí, lo conseguiremos, por supuesto. No habrá que ponerse delante del tren, no va a ser falta, pero si fuese necesario, así lo haríamos. Sin dudarlo. Cualquier cosa por él.

Para vosotros, con cariño, con amor, con la mayor de las ilusiones. Recibid este rayito de Luz, de Esperanza. Sé que no la necesitáis, pero yo os la brindo.

Un beso, un abrazo muy fuerte de Luz de Esperanza para todo aquel que lo necesite, aquí me tenéis, gratuitamente, porque os lo merecéis, porque así me siento mejor, porque pienso que lo que me brindáis tiene un valor incalculable. Tengo que aprender mucho de vosotros. Si. Lo hago. Aprendo.

Gracias.