La triste cuenta atrás no me gusta lo más mínimo, porque en vez de añadir cosas buenas a la vida, no hace más que despistarnos, y no saber valorar lo que tenemos aquí, al alcance de nuestras manos. Dirán, qué dice éste que se la da de psicólogo, filósofo o entendido en no sé qué. O puede que más bien sea un loco, un sencillo y vulgar humano del montón, que simplemente quiere pensar, que en él haya algo más que un manojo de palabras sueltas rondándole en su cabeza. ¿Será así?

¿Te has parado a pensar lo negativo que es la cuenta atrás?

Queremos ofuscarnos con entretenidas cuentas de esas, pensando en lo bonito de llegar a su fin. Comenzamos con pequeñas cosas, como cuando peques, en los pocos días que nos separan de nuestro cumpleaños. Mira tú, si son minúsculos seis años nada más, y ya con esa preocupación. Pero, ¡Si tenemos cinco hermosísimos años!

Tenemos dieciséis, y sólo falta un año para la mayoría de edad y adquirir derechos, cuando son más los privilegios que perdemos de los que vamos a ganar.

Ya es miércoles, y ya falta menos para el fin de semana, y así irnos a la playa o al campo. Desesperante. Cuando la mañana de hoy parece magnífica para disfrutar de cosas tan pequeñas, y a la vez tan gratificantes. Esa llamada inesperada de un amigo, un beso tierno venga de quien venga, que nos halaguen por el bonito moreno del día de playa del domingo, o porque sencillamente se nos ha pasado el dolor de cabeza que nos atormentó ayer.

Sólo faltan siete días para el examen y los nervios están a flor de piel porque sabemos que no es una prueba más, es mucho lo que hay en juego. Pero, ¡Si sabes que estás preparado! Que la llave del éxito está en la seguridad que llevas puesta, de que lo tienes en el bolsillo.

Cumples más y más años, y ya falta menos para los cuarenta. ¡Uf! Entonces comenzará la cuenta atrás de la vida, la segunda mitad. Vaya qué suerte. ¿Cuántos no han llegado a cumplirlos? ¿No sería más apropiado enorgullecernos de haberlos cumplido?

Me digo:”Pensar en positivo, pensar en positivo, pensar en positivo, ...” Así una y otra vez, como un disco rayado que no quiere finalizar. Que me vuelve loco de la cabeza, una y otra vez martillando lo mismo a mis neuronas. ¡Con lo fantástico de la cuenta adelante!.

Saber que estos instantes, son los más maravillosos que vamos a pasar nunca. No lo comparemos con el pasado. Si aquel fue bueno, el presente ha de superarlo. Agarrémonos aunque sea a la idea de que al menos, lo podemos recordar, y de que, por qué no, elaborar nuevas sensaciones, nuevas experiencias, que hagan de los presentes días, días que recordaremos en el futuro. Granito a granito, así se hacen grandes montañas, y si la montaña se queda en solo un montículo, al menos, ese montículo es tuyo, y en él se guardan instantes únicos, de profundas riquezas personales, las tuyas.

Al fin y al cabo, la vida no es más que eso, granos que ponemos uno a uno, a lo largo de nuestra vida, y a cada una que añadas al montón, acuérdate, sigue la cuenta adelante.

Que tengan todos, una feliz cuenta adelante, y ya sabéis, hacia atrás, ni para coger impulso.