'El Juego del Calamar': entre la protección y la gastronomía

Una normativa propuesta en los Estados Unidos podría marcar un hito en la protección de los cefalópodos, que incluyen pulpos, calamares y sepias

Calamar despitado en Las Canteras: '¡Nos lo vamos a comer de...!'

LP/DLP

Una normativa propuesta en los Estados Unidos podría marcar un hito en la protección de los cefalópodos, que incluyen pulpos, calamares y sepias. La regla exige que los experimentos científicos con estos inteligentes invertebrados obtengan la aprobación de un comité ético para garantizar que no se les cause sufrimiento innecesario, siguiendo un enfoque similar al utilizado en los experimentos con simios.

La propuesta se basa en una creciente evidencia científica que sugiere que los cefalópodos poseen características biológicas que les permiten percibir el dolor, como los nociceptores y un sistema nervioso centralizado.

También se ha demostrado que estos animales tienen una capacidad de aprendizaje adaptativa y responden a estímulos nocivos, además de reaccionar de manera similar a los anestésicos, lo que indica un alto grado de sofisticación cognitiva.

Sepia

Sepia / lasirena

La iniciativa ha sido recibida con entusiasmo por organizaciones que luchan por el trato humanitario a los animales. Aún existen desafíos debido a la falta de conocimiento sobre estos animales, su comportamiento y su respuesta a medicamentos utilizados en la investigación. El enfoque en el bienestar de los cefalópodos es fundamental para minimizar el daño y garantizar su protección.

Calamar despitado en Las Canteras: '¡Nos lo vamos a comer de...!'

LP/DLP

Tres claves a tener en cuenta

A pesar de las buenas intenciones, tres factores complican la protección de estos animales. En primer lugar, la falta de comprensión completa de su biología y comportamiento hace que sea difícil evaluar su bienestar en entornos de investigación.

Un pulpo en el fondo del mar

Un pulpo en el fondo del mar / Pixabay

En segundo lugar, su morfología y forma de vida son extremadamente diferentes de las de los humanos y otros mamíferos, lo que hace que su inteligencia sea difícil de comparar. Por último, la demanda de pulpo en la industria alimentaria plantea un dilema ético, ya que es un manjar muy apreciado por los humanos.

La implementación de reglas éticas para la investigación y la consideración de la inteligencia y el bienestar de los cefalópodos son pasos importantes en la protección de estos animales. La decisión de apoyar o no la producción masiva de pulpo para consumo humano también se convierte en una elección ética que involucra a la sociedad en general.