Así era el enorme insecto que vivió en la Tierra: un gigante prehistórico

Los insectos de la era actual no se acercan ni de lejos a las dimensiones colosales que sus antepasados prehistóricos solían tener.

Así era el enorme insecto que vivió en la Tierra: un gigante prehistórico

Así era el enorme insecto que vivió en la Tierra: un gigante prehistórico / Cedida

Los insectos de la era actual no se acercan ni de lejos a las dimensiones colosales que sus antepasados prehistóricos solían tener. Los cambios a lo largo de millones de años en el planeta nos han distanciado de estos seres enormes que una vez dominaron la Tierra. Pero, ¿cuál era exactamente el insecto más grande que haya vivido en este planeta?

Los gigantes insectos de la Tierra prehistórica, relacionados con las libélulas de hoy en día, pertenecían a un género extinto hace 300 millones de años conocido como Meganeura.

Estos insectos no solo eran depredadores de otros de su misma especie, sino que su tamaño les permitía incluso alimentarse de anfibios, marcando un dominio excepcional en el reino animal.

El 'campeón' de los insectos prehistóricos

Dentro de este grupo, hubo uno que sobresalía por encima del resto: el Meganeuropsis permiana. Este impresionante insecto, descubierto por primera vez por investigadores de Kansas en 1937, hasta ahora conserva el título del insecto más grande jamás encontrado.

Libélula

Libélula / Pixabay

El Meganeuropsis permiana pobló la era paleozoica, específicamente desde el Carbonífero superior hasta el Pérmico superior, hace aproximadamente entre 317 y 247 millones de años.

Con sus alas extendidas, este coloso insecto superaba los 70 centímetros, doblando en tamaño al insecto más grande que vive hoy, el Dryococelus australis.

¿Por qué estos insectos prehistóricos alcanzaron tales dimensiones descomunales? La respuesta principal, planteada por el sitio especializado EarthSky, apunta a las condiciones atmosféricas de aquellos tiempos.

En épocas prehistóricas, la atmósfera era más cálida, húmeda y contenía mayores cantidades de oxígeno. Estas condiciones permitían a los insectos, animales sin pulmones, crecer a tamaños desproporcionados en comparación con los que se conocen hoy en día.

El legado del Meganeuropsis permiana continúa sorprendiendo como un recordatorio de la inmensidad y peculiaridad de la vida que alguna vez pobló nuestro planeta en tiempos remotos.