No hay debate sobre las prospecciones petrolíferas en Canarias para el Gobierno central. Menos aún para su presidente, Mariano Rajoy, a juzgar por su breve intervención ayer en el Congreso. Respondía a una pregunta en pleno y eran sus primeras palabras sobre este asunto en sede parlamentaria, pero no estaba en su ánimo dar demasiadas explicaciones. Se limitó a dar algunos datos ya conocidos sobre la dependencia energética española, negar riesgos medioambientales para las Islas y, sobre todo, atacar al Gobierno de Canarias y a los partidos que se oponen en las Islas a los sondeos por sus contradicciones respecto al pasado en esta materia. Su intervención, que llevaba escrita, fue una reiteración literal de los argumentos en favor de la autorización a las prospecciones que viene utilizando el ministerio de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. Ni una palabra sobre la consulta impulsada por el Ejecutivo regional.

Mariano Rajoy, eso sí, negó que su gobierno mantenga actitudes y posiciones diferentes en Canarias que en Baleares en relación con las prospecciones previstas en aguas de ambos archipiélagos, tal como le acusaba en su pregunta el diputado de CC-NC Pedro Quevedo. "No hay ninguna diferencia porque los criterios medioambientales que se aplican en España son exactamente los mismos en cualquier lugar del país, que son exactamente los mismos que se aplican en cualquier lugar de Europa puesto que son los fijados por la directiva europea", afirmó contundente el líder del PP. En la réplica, Quevedo ironizó respecto a que esa afirmación "estaría bien si concordara con la realidad". Y le recordó que este mismo verano aseguró en Baleares que mientras él fuera presidente del Gobierno "no habría ninguna prospección petrolífera si hay el más mínimo indicio de que pueda generar el más mínimo problema en materia de medio ambiente".

Interés general

Rajoy explicó en primer lugar que se habían autorizado las prospecciones porque "creemos que es bueno para el interés general de los canarios y de todos los españoles", recordando en este sentido que "la dependencia del exterior en el caso de los hidrocarburos supone el 99% y gastamos al día 100 millones de euros para importar gas y petróleo". Y aseguró posteriormente su convicción de que "no existe el riesgo de que algunos hablan para el turismo y para el medio ambiente", tal como "establece la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que se ha hecho siguiendo escrupulosamente los criterios que se siguen en todos los lugares de Europa".

A partir de ahí, al jefe del Ejecutivo central sólo le interesó entrar en un rifirrafe directo con quienes se oponen a las prospecciones en Canarias y eludió cualquier reflexión serena sobre el asunto, y sobre todo cualquier cosa que se pareciera a una explicación sobre su silencio respecto a la petición del Gobierno canario para autorizar un referéndum al respecto en el Archipiélago. Tras afirmar que "opiniones habrá para todos los gustos", recordó las expresadas en favor de las prospecciones por los líderes de los partidos canarios que ahora se oponen, y comenzó precisamente por la del presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, como jefe político del diputado que le hacía la pregunta, quien aseguró en su momento que ningún país del mundo renunciaría a buscar petróleo "con las debidas garantías". También recordó que el actual vicepresidente del Gobierno de Canarias y líder del PSC, José Miguel Pérez, dijo hace años que él "haría las prospecciones con los ojos cerrados", y que la propia Coalición Canaria había reclamado esta competencia para Canarias en las últimas elecciones.

Rajoy concluyó el ataque: "Agradecería que no hicieran demagogia, que no engañaran al conjunto de los ciudadanos canarios, o que expliquen por qué cuando ustedes gobernaban querían prospecciones y ahora no". Su conclusión fue que la actual oposición de estos partidos a los sondeos es únicamente porque quien está en el Gobierno central y las ha autorizado es el PP. "No se pueden burlar de la gente de esta manera", sentenció.

Quevedo, por su lado, reprochó al líder del PP que "después de las manifestaciones más importantes de la historia en Lanzarote y Fuerteventura; de los pronunciamientos de científicos sociales y medioambientales; de los planteamientos institucionales solicitando debate y consenso; y después de haber solicitado la necesidad de estudiar los riesgos y los beneficios de esta actividad, lo que ha ocurrido es justamente lo contrario que en Baleares".

Quevedo criticó la "actitud despectiva y discriminatoria" hacia Canarias por parte de Rajoy por no haber respondido a la solicitud de autorización para un referéndum y dijo que "es público y notorio que ese es su comportamiento desigual con Canarias frente a una comunidad [Baleares] que utiliza exactamente los mismos argumentos que nosotros para decir no a los sondeos". Para concluir, le espetó que "si tiene alguna duda sobre cual es la opinión de la mayoría del pueblo canario le recomiendo que solicite usted una consulta, que no es para la independencia de Canarias, y verá usted la sorpresa que se lleva".