¿Cómo se crea y qué busca la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género Canarias?
Ahige Canarias nace en 2008, a partir de una serie de charlas que se dan en todo el territorio español y tras las cuales algunos canarios vinculados al movimiento por la igualdad entendemos que la mejor forma de transformarnos y contribuir a transformar la sociedad es crear una asociación. Y así lo hacemos. Tenemos tres líneas de actuación: la constitución de Grupos de Hombres, tanto en Gran Canaria como en Tenerife, en la que trabajamos en reuniones mensuales, sobre todo lo personal y emocional. El grupo es el combustible que nos permite afrontar los otros dos pilares: el activismo y la asistencia profesional para el fomento de la igualdad.
Y esa filosofía de actuación, ¿cómo se concreta? ¿Se lleva a cabo de forma independiente o en colaboración con las mujeres y las instituciones?
La realidad es que los colectivos de mujeres cada vez están abriéndose más a trabajar con los hombres. Hemos puesto en marcha diversas campañas de sensibilización conjunta, como la caravana violeta o la campaña de zapatos rojos contra la violencia de género. Con las instituciones también mantenemos colaboración. Más con los ayuntamientos y cabildos que a nivel regional, porque el Instituto de Igualdad está más centrado en la lógica atención prioritaria a la mujer. También con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria pusimos en marcha una acción que ha supuesto un punto de inflexión en Canarias: el Encuentro Estatal de Hombres por la Igualdad, que tuvo lugar en septiembre del pasado año. En él analizamos con técnicos de igualdad y diversos profesionales las distintas metodologías y experiencias de intervención con hombres. A todos estos niveles trabajamos a través de acciones y talleres dirigidos a diversos colectivos: jóvenes, parados o "parejas embarazadas", a través de un proyecto denominado Crianza, que hemos puesto en marcha en los centros de salud con el Cabildo grancanario, institución que está siendo pionera en tener en cuenta a los hombres en sus acciones de igualdad.
¿Y qué objetivo común a todas estas acciones destacaría?
La formación en nuevas masculinidades. Nosotros partimos de la base de que la acción machista tiene un impacto nefasto también en los hombres. Encorseta al hombre en un papel limitado y le marca un camino de conductas y normas de funcionamiento negativos para él y para la sociedad en general. Y afecta a su personalidad, a su salud y a su sexualidad. Ese modelo está basado en el concepto de superhombre y le inhibe de las emociones. Cada hombre tiene que buscar su nueva masculinidad, porque no hay un modelo único de masculinidad ideal.
¿Y qué piensan los otros hombres de su activismo? ¿Se sienten comprendidos, apoyados, rechazados...?
Cuando hablamos de igualdad y feminismos encontramos resistencia en muchos hombres, porque han terminado por identificar el feminismo como una acción contra ellos. Y no como un nuevo humanismo. El problema es que todos, desde chiquititos, somos socializados como machos o hembras. El término "micromachismos" hace referencia a todas esas actuaciones normalizadas que practican tanto hombres como mujeres: "te llevo las zapatillas", "te hago la cama" o aquella frase de antes que decía que "un hombre es bueno si no bebe ni te pega"... Los hombres debemos reconocer, en primer lugar, que tenemos muchos privilegios en la gestión del poder y del tiempo; y, después, tenemos que estar dispuestos a cederlos.
¿Y cómo rompe un hombre criado en ese entorno machista con esa lógica?
Hay distintas vías. Por un lado están los hombres que siempre han sentido que no encajaban en ese entorno, los homosexuales y transexuales por ejemplo, que sentían un dolor por ser hombres y concluyen que tienen que encontrar otra forma de serlo. Otra vía está en el vínculo con mujeres feministas, mantener relaciones con mujeres ya concienciadas y compartir sus valores. No querer una mujer florero, sino una compañera. La paternidad abre también la posibilidad de concienciación para el hombre que se ha hecho ya algunas preguntas y que sabe que a partir de ahora asumirá él la responsabilidad de educar. Por una vía u otra, tomamos conciencia que el traje de superman nos aleja de las personas que queremos.
Las estadísticas ofrecen datos que apuntan un aumento de la brecha de género en muchos aspectos y se habla de más de un siglo para llegar a la igualdad a este ritmo. ¿Mujeres y hombres nos necesitamos para avanzar?
Difícilmente se podrá avanzar si no se trabaja sobre todo en la educación, dotándola de más recursos y realizando un trabajo específico para reeducar a los hombres. Después, hombres y mujeres tenemos que escucharnos mucho más.
