Finanzas públicas | El Archipiélago mantiene la deuda bajo control

Canarias y Asturias, únicas regiones capaces de desendeudarse en la crisis

Bruselas, una recaudación récord y un estricto control financiero dejan el debe de las Islas entre los más bajos del país pese a subir en 423 millones en solo tres meses

El vicepresidente y consejero canario de Hacienda, Román Rodríguez, este jueves en el Foro Prensa Ibérica.

El vicepresidente y consejero canario de Hacienda, Román Rodríguez, este jueves en el Foro Prensa Ibérica. / Juan Carlos Castro

Canarias, junto con el Principado de Asturias, es la única de las 15 Comunidades Autónomas de régimen común menos endeudada que antes de la doble crisis de la covid y la inflación. La Consejería de Hacienda del Gobierno regional tiene margen de sobra para acudir a los mercados financieros en busca de fondos con los que costear las políticas públicas. El bajo nivel de endeudamiento del Archipiélago le abre las puertas de los mercados de par en par. De hecho, las Islas son la autonomía que más engordó su débito en el último trimestre de 2022, y con mucha diferencia. Entre otras cosas, y sobre todo, porque pueden permitírselo: la Comunidad de Madrid, País Vasco y Canarias son las únicas tres regiones españolas donde el peso de la deuda está por debajo del 14% de sus respectivos PIB. En la Comunidad Valenciana roza el 45%.

El Banco de España (BdE) publicó este viernes los datos del endeudamiento de las autonomías al cierre del año pasado, el tercer ejercicio consecutivo sumido en la crisis desde que en marzo de 2020 comenzara la pandemia, a la que en abril de 2021 seguiría la ola inflacionaria que se agravaría, ya en 2022, con la invasión rusa de Ucrania. Las cifras que maneja el BdE permiten ver en qué medida los distintos Ejecutivos regionales han tenido que endeudarse para hacer frente a los convulsos tres últimos años. Hay que tener en cuenta que a diferencia de lo que ocurrió tras el estallido de la crisis financiera a finales de 2007, esta vez la UE ha apostado por una política de gasto público a espuertas cuyo principal exponente es el macrofondo NextGeneration. Los territorios comunitarios se han enfrentado a los reveses de la covid, la inflación y la guerra con un apoyo financiero y normativo de Bruselas que nada tiene que ver con los durísimos años de la Troika, los recortes y las leyes de sostenibilidad presupuestaria –hoy en suspenso– que caracterizaron la respuesta europea durante el período de la Gran Recesión (2007-2014). Además, la inflación ha elevado sobremanera la recaudación de impuestos, hasta cifras récord en el caso del IGIC.

Las distintas estrategias con que la UE encaró el crac financiero y la crisis del coronavirus se reflejan con claridad en los datos del regulador bancario. Entre finales de 2007 y finales de 2010, es decir, durante los tres primeros años tras aquel primer capítulo de las hipotecas subprime o basura en los Estados Unidos, la deuda conjunta de las 17 Comunidades Autónomas se duplicó –en realidad más que se duplicó– al pasar de algo menos de 62.000 millones a poco más de 124.000. El incremento en Canarias fue aún mayor. El débito del Archipiélago se disparó en ese trienio negro (2007-2010) la friolera de un 111%. Subió de 1.562 millones a 3.298. En cambio, el debe del sector público autonómico aumentó entre finales de 2019 y finales del año pasado, esto es, en estos tres últimos ejercicios de pandemia, precios desorbitados y una guerra en el corazón del Viejo Continente, solo un 7,4%, para alcanzar los 316.937 millones de euros adelantados este viernes por el BdE. Y en las Islas ni eso. Es más, Canarias ha sido capaz de rebajar su deuda en 97 millones desde el cierre de 2019. Ha conseguido aligerar su débito a pesar de que los turistas desaparecieron –literalmente– durante los primeros meses tras la irrupción de la covid; a pesar de la extraordinaria subida del coste de vida –lo que implica mayores dificultades para los ciudadanos y, por tanto, un mayor gasto público–; y, en definitiva, a pesar de un contexto nada favorable. De entre las restantes 14 comunidades de régimen común –todas menos las forales Navarra y País Vasco–, solo Asturias ha logrado lo que Canarias: desendeudarse en medio de una crisis histórica.

El Archipiélago dio carpetazo a 2019, al último ejercicio precrisis, con una deuda de 6.613 millones de euros. A fecha del pasado 31 de diciembre, de acuerdo con la información suministrada por el Banco de España, el débito público era de 6.516 millones, con lo que se ha reducido un 1,47%. Mientras el debe del conjunto de las 17 autonomías se incrementó en esos 7,4 puntos, el de las Islas disminuyó cerca de un punto y medio. Y ello pese a que Canarias es al mismo tiempo la región en que más creció la deuda en el último trimestre de 2022. De septiembre a diciembre aumentó de 6.093 millones a los susodichos 6.516. Un alza de 423 millones de euros, de un 6,94%. Para hacerse una idea de la magnitud de esta subida basta con apuntar que en Asturias, la segunda comunidad donde más se incrementó el debe público en el último trimestre de 2022, el repunte fue de un 5,37%, un punto y medio inferior.

Pero lejos de ser algo negativo, ese reciente y notable incremento sirve para poner en valor los esfuerzos de los dos últimos Gobiernos de Canarias, el de Ángel Víctor Torres y el de Fernando Clavijo, por mantener el endeudamiento bajo control. Ya el anterior Ejecutivo legó al pacto de las flores una de las regiones –con Madrid y las dos forales– menos endeudadas de España. Es todo ese trabajo de control el que ahora permite engordar el débito público en más de 400 millones en un solo trimestre sin comprometer la sostenibilidad de las finanzas del Archipiélago.

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El consejero de Hacienda del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, aseguró este jueves en un foro organizado por Prensa Ibérica en Las Palmas de Gran Canaria que el actual Ejecutivo regional ha sido «peleón» y se ha traído para las Islas más dineros de Bruselas y Madrid que nunca. Y más dinero transferido desde la UE y desde el Estado supone gastar más y cubrir más necesidades sin recurrir a un mayor endeudamiento. En estos momentos, y pese a que el débito se incrementó en más de 400 millones en el último trimestre de 2022, el debe público de las Islas solamente equivale al 13,9% de su PIB. País Vasco (13,7%) y Madrid (13,5) son las dos únicas autonomías que mejoran –aunque por muy poco– el dato de Canarias. Tres regiones que son la envidia de valencianos –la deuda pública llega en la comunidad levantina al 44,4% de su PIB–, catalanes (33,4%), castellano-manchegos (33,4) y murcianos (32,2), las cuatro donde supera el 30% de sus respectivos PIB.

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