Interior entrega a Senegal a los migrantes rescatados en Mauritania

La Guardia Civil desembarca a los 168 náufragos tras seis días a bordo de la patrullera ante la negativa de Nuadibú a acogerlos

Imagen de archivo de un cayuco en las costas de Canarias

Imagen de archivo de un cayuco en las costas de Canarias / Salvamento marítimo

Isabel Durán

Isabel Durán

Los 168 migrantes rescatados el pasado jueves por la patrullera Río Tajo de la Guardia Civil en aguas cercanas a Mauritania desembarcaron esta mañana en el puerto senegales de Saint Louis. El barco español pasó tres jornadas navegando dentro de la bahía del puerto de Nuadibú, a la espera de que las autoridades mauritanas dieran vía libre al desembarco de los migrantes, algo que Nuakchot rechazó frontalmente. Dentro del buque se vivieron momentos de tensión y hubo dos intentos de motín, que fueron controlados con varios disparos al aire por parte de la Benemérita.

Los migrantes –que han sido devueltos al país del que zarparon en un cayuco con la intención de llegar a Canarias– se trasladaron a una patrullera senegalesa de menor envergadura al llegar al puerto de Saint Louis, pues el Río Tajo no podía navegar los últimos 50 metros hasta el pantalán de atraque debido a la poca profundidad del agua. Según informó el Ministerio del Interior, los rescatados «se encuentran todos a salvo en tierra».

El buque de rescate de la Benemérita regresará al puerto de Las Palmas el fin de semana

Una vez finalizada la maniobra, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, pudo conversar unos minutos con el comandante al frente del buque y con varios miembros de la Guardia Civil que se encuentran a bordo, quienes fueron fundamentales para culminar «con éxito» la operación humanitaria, que se ha prolongado casi una semana. Grande-Marlaska quiso «reconocer, agradecer y ensalzar» la labor llevada a cabo por la dotación del Río Tajo y les felicitó por su «extraordinaria labor», gracias a la que salvaron la vida de los migrantes. «Sois un orgullo para España, habéis demostrado estos días la profesionalidad, entrega y dedicación que caracteriza a la Guardia Civil», afirmó Grande-Marlaska, quien también trasladó a la tripulación el agradecimiento y reconocimiento del presidente del Gobierno y de la sociedad española.

El Río Tajo navega ahora hacia el puerto de La Luz y de Las Palmas, a donde llegará entre el sábado y el domingo, según fuentes de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC). No obstante, tendrán que realizar una parada en el puerto de Nuadibú para que puedan regresar a su destino la decena de agentes destacados en Mauritania y que se embarcaron en la patrullera para reforzar a la tripulación. Esta escala les servirá también para reponer víveres de cara a las siguientes jornadas de navegación hasta la capital grancanaria.

Marlaska felicita a la tripulación del ‘Río Tajo’ por su «extraordinaria labor» humanitaria

Desde que se conoció el rescate de la patrullera española, asociaciones profesionales de la Guardia Civil denunciaron las malas condiciones en las que se encontraban los agentes y los migrantes, calificando la situación de «insostenible» por la falta de salubridad y seguridad en el buque. Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha solicitado que el Congreso de los Diputados investigue las responsabilidades de «la mala gestión» de esta operación, que califica como un «desastre migratorio». 

Buenas relaciones bilaterales

El Gobierno de España ha insistido en que el desplante de Mauritania no ha afectado a las buenas relaciones con el país africano en materia migratoria, pues desde hace años se llevan a cabo patrullas e investigaciones conjuntas.

Durante los días que el Río Tajo navegó en círculos dentro de la bahía de Nuadibú, el destacamento de la Guardia Civil que se encuentra destinado en la ciudad mauritana suministró víveres al buque, para poder ofrecer agua y comida a los migrantes. Además, Cruz Roja del Mar aportó mantas y otros utensilios para mejorar las condiciones de los rescatados y la cubierta fue acondicionada con pequeños toldos para protegerlos del sol. Fuentes del Ministerio del Interior aseguraron que los migrantes recibieron atención médica por parte de la tripulación y que se organizó un sistema de turnos para que todos pudieran contactar con sus familiares.

Antes de que se produjera el desembarco de los migrantes en Senegal, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) reclamó la paralización del traslado porque, a su juicio, esta devolución colectiva podría vulnerar la legislación internacional, pues los rescatados se encontraban a bordo de un buque de la Guardia Civil y bajo control del cuerpo estatal de seguridad, por lo que estaban «bajo jurisdicción española». Desde CEAR apuntan que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) dicta que se debe garantizar que no se devuelva a personas a países donde sus derechos y sus vidas puedan correr peligro, como es actualmente el caso de Senegal, donde no se pueden asegurar los derechos de gran parte de su población debido a la crisis política y social que atraviesa el país.

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