Crisis migratoria | Días intensos en la ruta canaria

Confirmado el peor presagio: llegan más de 500 migrantes al día

Cifras sin precedentes desde la crisis de los cayucos

Canarias exige un decreto que obligue a las comunidades a acoger menores

Colas, ayer, de los migrantes en el campamento de las Raíces, en Tenerife.

Colas, ayer, de los migrantes en el campamento de las Raíces, en Tenerife. / Efe

Los primeros diez días de octubre dejan cifras históricas. La ruta migratoria hacia Canarias registra un tráfico de embarcaciones sin precedentes desde la crisis de los cayucos de 2006, año récord en el número de llegadas. Lo datos no dejan lugar a dudas: las previsiones que apuntaban a un repunte de llegadas en los últimos meses del año se han cumplido. En lo que va de mes han alcanzado las costas canarias 53 embarcaciones con 4.531 personas a bordo, a un ritmo de 503 personas diarias. O lo que es lo mismo: 21 migrantes cada hora. Según los datos de Delegación del Gobierno en Canarias, el cómputo total del año ya alcanza las 19.507 personas cuando a 30 de septiembre eran 14.976. Solo ayer Salvamento Marítimo rescató 357 personas que viajaban en cinco barcas precarias.

Los últimos días han sido tan intensos en la ruta canaria que la cifra hasta los primeros diez días de octubre ya supera en 3.825 personas a todas las llegadas de 2022 (15.682). Y todavía quedan los contabilizar los meses en los que tradicionalmente Canarias recibe el mayor porcentaje de llegadas, octubre y noviembre. En otoño de 2020, año en el se inició la actual crisis migratoria, se produjo un intenso flujo en los meses de octubre y noviembre. Tanto que concentraron el 58% de las llegadas de aquel año.

Por lo que si este ritmo continúa durante toda la estación, con unas 500 personas diarias, se podría marcar un nuevo récord histórico anual al superar las 31.678 personas que llegaron a las Islas durante el año 2006, cuando se produjo la denominada crisis de los cayucos.

Segunda cifra

La segunda cifra más alta –y récord de la actual etapa– corresponde a 2020, con 23.271 rescates y ni siquiera entonces se observaron los ritmos de llegadas de este mes de octubre. Del 1 al 15 de octubre de 2020 fueron rescatados o alcanzaron la costa de Canarias un promedio de 134 personas al día; del 16 al 31 de octubre fueron 206 al día; del 1 al 15 de noviembre, 356 al día; y del 16 al 30 de noviembre, 187 al día. Ninguna de esas quincenas de actividad frenética alcanzó el promedio del presente octubre.

El Gobierno y las regiones abordan mañana trasladar a 380 jóvenes a la Península

Existe otra diferencia con el año que comenzó la pandemia. Entonces el sistema de acogida no estaba preparado para la llegada masiva de personas, por lo que hubo momentos de colapso en algunas islas. Concretamente en el muelle de Arguineguín, calificado como muelle de la vergüenza cuando más de 2.300 personas durmieron hacinadas durante días sobre el suelo por falta de recursos.

Desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguran que se realiza una gestión integral y flexible de todos los recursos de acogida a migrantes desde la crisis de 2020. Lo que permite mantener un número limitado de personas en las islas, que no supera, según sus datos, los 3.500 a 4.000 personas. El departamento cuenta con una treintena de recursos de acogida repartidos por las islas con unas 5.000 plazas. Actualmente «hay espacio disponible en todos ellos».

Colapso

En este último repunte se han vivido momentos de colapso puntuales por el flujo intenso hacia alguna isla en concreto. Uno de ellos, la noche del pasado viernes cuando un grupo de personas tuvo que dormir en el muelle de Los Cristianos (Tenerife) ante la falta de espacio en los centros de primera acogida y filiación tras un pico de llegadas sin precedentes desde 2020 –unas 1.000 personas en un día– que obligó a esa derivar a esa isla a cientos desde El Hierro. Los problemas han surgido concretamente en la red de primera acogida, en los Centros de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) donde todos aquellos que arriban en patera en las islas pasan hasta 72 horas bajo custodia policial, mientras se completa su filiación.

Pero con colapsos o sin ellos, lo cierto es que los servicios implicados en el fenómeno han tenido que hacer frente a una carga de trabajo superior en los últimos días. El director técnico de Cruz Roja en El Hierro, Alexis Ramos, admitió la semana pasada que la situación estos últimos días ha sido «dura» y se han vivido «momentos de apuro» y «mucho trabajo».

La crisis migratoria lleva latente en las Islas desde 2020, pero no siempre con la misma intensidad. Ahora, ante el intenso repunte, vuelve a ser un fenómeno prioritario en las agendas políticas. Ayer la Federación Canaria de Islas (Fecai) exigió al Estado mejorar la respuesta ante la crisis migratoria. El presidente de turno, Casimiro Curbelo, insistió en que desde el Gobierno central se debe establecer una coordinación única para solventar los problemas que se han detectado en cuanto a la gestión de esta situación. Insistió, además, en dimensionar los medios actuales para que sean capaces de acoger el incremento de inmigrantes llegados, así como la optimización de los protocolos de repatriación y acogida.

También lo sindicatos se han hecho eco de la situación. La Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras pidió ayer al Ministerio de e Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, de la que depende Salvamento Marítimo, que dote de «personal suficiente» a las unidades que operan en Canarias para «asegurar su operatividad permanentemente» y con tripulaciones a las que se garanticen jornadas de «descanso suficientes» ante la tendencia «al alza» de llegada de migrantes.

A pesar de las quejas, lo cierto es que la gestión de los adultos está trayendo menos problemas que la de los menores al poder realizarse derivaciones constantes a la Península. Los más pequeños, al cargo del Gobierno autonómico, en cambio se acumulan en los centros de acogida de las Islas. Actualmente el Ejecutivo canario tiene bajo su responsabilidad a unos 3.000 chicos –a principios de 2019 eran solo 281– y se ha visto obligado a trasladar de El Hierro a Gran Canaria y Tenerife a todos los llegados en estos días, para descongestionar los centros de la isla con menos población y recursos.

El Estado asegura que todavía hay plazas libres en todos los centros de acogida de las Islas

Mañana el Gobierno y las comunidades autónomas se reúnen precisamente para abordar el traslado a la Península de alrededor de 380 menores migrantes no acompañados desde Ceuta y, sobre todo, desde Canarias. Un traslado que supone dar cumplimiento al acuerdo alcanzado el año pasado en la Conferencia Sectorial de Infancia, cuando las distintas administraciones se comprometieron a trasladar a 400 menores en 2022 (340 desde Canarias y 60 desde Ceuta) y 374 en 2023 (342 desde Canarias y 32 desde Ceuta). Desde 2021, las demás comunidades autónomas solo han acogido a 365 menores llegados a Canarias (y no todas).

El enfado del Ejecutivo canario es notable. Ayer el portavoz del Gobierno regional, Alfonso Cabello, aprovechó la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno para denunciar el «silencio» del presidente en funciones Pedro Sánchez ante la crisis migratoria. Exigió que «dé la cara» y «la implicación y la responsabilidad» del Estado con menores tutelados por la comunidad autónoma. Además, acusó a la ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, de no preocuparse por la situación.

Para Cabello, el reparto de 380 menores que se abordará mañana «no debe ser un tema de solidaridad», sino una respuesta que debe dar el Estado mediante un decreto ante una situación de necesidad.

El secretario general del PSOE canario, Ángel Víctor Torres, emplazó ayer al presidente de Canarias, Fernando Clavijo, a que «consiga» aumentar la cifra de reparto de menores migrantes a otras comunidades. Y el líder de NC, Román Rodríguez, animó ayer a la sociedad canaria a plantarse para lograr, en las Cortes Generales, una modificación legal que obligue al resto de las comunidades autónomas a acoger a un cupo de menores migrantes no acompañados tutelados en las islas, como se logró con los adultos.

Por su parte, los obispos de las diócesis Canariense y Nivariense, José Mazuelos y Bernardo Álvarez, respectivamente, también reclamaron más «solidaridad» al resto de comunidades autónomas para poder darle una «acogida digna» a los migrantes que llegan a las Islas. 

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