La letal ruta canaria: un muerto cada hora y media

Caminando Fronteras cifra en 6.007 las personas que fallecieron en su intento por llegar a las Islas a bordo de una embarcación precaria a lo largo de 2023

La oenegé denuncia el uso de la omisión del deber de socorro en el mar como "instrumento de control migratorio"

Salvamento Marítimo rescata cinco cuerpos de un cayuco y los traslada a Los Cristianos

AGENCIA ATLAS

I. Durán

"Mis otros hijos me dijeron que había que hacer el duelo, no quería, pero había pasado un año. Lo hice para darles gusto, pero sigo esperando, no voy a dejar de hacerlo, porque me hablaron de que habían muerto todos, pero siento en lo profundo de mi corazón que mi niño está vivo. Una mamá siempre siente a su hijo”. Son las palabras de dolor de una madre senegalesa que lo último que supo de su hijo es que se subió a un cayuco con la intención de forjarse un futuro mejor en Europa y poder ayudar a su familia a mejorar sus condiciones de vida. Esta es solo una de las trágicas historias que se vivieron a lo largo de 2023 en la ruta canaria de las migraciones, que se confirma como una de las más letales del mundo, con un muerto cada 90 minutos. En total, 6.007 personas perecieron el año pasado en el océano Atlántico en su intento por llegar al Archipiélago desde las costas africanas a bordo de barquillas precarias, según recoge la oenegé Caminando Fronteras en su informe Derecho a la vida.

El número de fallecidos en la ruta canaria no tiene precedentes y triplica el dato del año anterior, cuando perdieron la vida 1.784 personas. La oenegé liderada por la activista Helena Maleno cifra en 6.618 el número de personas que murió cruzando la frontera española, con lo que el 90,7% falleció rumbo a las Islas. El año pasado se convierte así en el "más mortífero" desde 2007, año en el que la organización comenzó monitorear las muertes en la frontera.

"A pesar de lo terrible de estas cifras, sabemos que son más", señaló Maleno, durante la presentación del estudio. Entre las personas que perdieron la vida en las rutas de acceso a España a lo largo del año que acaba de terminar había 363 mujeres y 384 niños y niñas. En el resto de rutas que llegan a territorio nacional perdieron la vida 611 personas: 434 en la ruta argelina del Mediterráneo occidental; 147, en el Estrecho de Gibraltar; y 30, en la ruta de Alborán.

«Dispararon cuando estábamos en la zódiac»

El 25 de mayo, Caminando Fronteras recibió la alerta de que una neumática estaba cerca de Gran Canaria y avisó a las autoridades. Horas después se confirmó el rescate y los supervivientes, 25 hombres, diez mujeres y ocho niños, relataron que habían recibidos disparos a pie de playa en El Aaiún. A pesar del testimonio, no se les trató como víctimas de una tragedia, según denuncia la oenegé en su informe Derecho a la Vida. Al día siguiente, dos personas fueron hospitalizadas y los médicos constataron heridas de bala. «Empezaron a disparar cuando estábamos en la zódiac, conté hasta cuatro ráfagas, sonaba pun, pun, pun. Era terrible, a mi lado había un chico, se agarró a mí, y caí con él al agua. Estábamos cerca de la playa, no sé cómo me salvé. En la orilla vi al chico que se había agarrado a mí, estaba muerto. Nos habían tirado como si no fuésemos nada. Cogí la documentación del chico muerto, tenía un pasaporte maliense, la cogí para saber quién era y poder decirlo a su familia, y también cogí su teléfono, pero la gendarmería marroquí me quitó todo. Nos detuvo y acabó tirándonos al desierto», declaró un superviviente que no pudo acceder a la neumática y con el que contactó Caminando Fronteras. | I. D. 

El año pasado se confirmaron 128 tragedias en la ruta atlántica y Caminando Fronteras sostiene en su investigación que "la omisión del deber de socorro en el mar es un instrumento clave en el control migratorio, en detrimento de la protección a la vida". Además, denuncia que en muchos de los accidentes "no se activaron los medios de búsqueda y de rescate" o, si se hizo, fue con una tardanza que puso en peligro la vida de las personas. "La aplicación de este sesgo migratorio afectó incluso a embarcaciones en riesgo de las que se había facilitado geolocalizaciones", apunta el informe.

Migrantes subsaharianos llegando a Fuerteventura.

Migrantes subsaharianos llegando a Fuerteventura. / Carlos de Saá / Efe

Los acuerdos bilaterales y las relaciones con terceros países, destaca el monitoreo, hace que los migrantes sean utilizados "como instrumento de negociación en intereses políticos". En concreto, la ruta Atlántica es la más afectada por la inestabilidad de las relaciones con Marruecos, Senegal y Mauritania.

Caminando Fronteras también alerta de que los servicios de rescate consideran que las infraembarcaciones "cumplen con los requisitos de seguridad náutica", por lo que llevan a cabo una valoración arbitraria de cada caso. "Cayucos de 300 personas, es como un accidente de avión. No se hace el operativo que se haría si fuese un crucero. Es terrible", manifestó Maleno.

«Cuando llegue llamará, ¿verdad?»

M. se puso en contacto con Caminando Fronteras el 17 de octubre para pedir información sobre el cayuco en el que viajaba su sobrino. Era una embarcación con 80 personas a bordo que había salido diez días antes desde Nuakchot, Mauritania. M. vive en España, y por ello toda la familia le pedía que intentase obtener información sobre si su sobrino se encontraba con vida o no. Desde la oenegé alertaron a las autoridades y, tras comprobar que ninguna de las llegadas de cayucos mauritanos de aquellos días se correspondía con la embarcación en la que viajaba la persona desaparecida, trasladaron la información a la familia. Desgraciadamente, apunta Caminando Fronteras en el informe Derecho a la vida, muchas veces hay gente que se aprovecha de la vulnerabilidad de las familias y les ofrece información falsa a cambio de dinero, o les estafan haciéndoles creer que sus seres queridos siguen vivos. «No ha llamado todavía, pero cuando llegue llamará, ¿verdad? ¿No puede ser que esté en prisión ni nada así? La familia no sabe qué pensar, me piden que averigüe cosas pero no sé qué decirles», declaró desesperada la tía del desaparecido. | I. D.

Por otra parte, la oenegé ha detectado "un aumento de la criminalización y estigmatización de las organizaciones sociales y familiares que alerta sobre personas en riesgo en el mar", lo que afecta a la recepción de la información. Precisamente, uno de los objetivos de esta organización es combatir las muertes en la frontera alertando a las autoridades y a los servicios de rescate cuando les llegan avisos de que alguna embarcación está en apuros. Los propios ocupantes de las barquillas o sus familiares pueden llamar a una línea que funciona las 24 horas para informar sobre la situación en la que se encuentran los migrantes. 

36 días en el océano Atlántico

El 20 de julio un grupo de familias contactaron con Caminando Fronteras con la esperanza de poder tener alguna noticia de sus seres queridos, que habían salido desde Fass Boye (Senegal) hacía diez días a bordo de un cayuco. Confiaban en que hubieran sido rescatados y, si no era así, estaban esperanzados de que fueran localizados en los siguientes días. La oenegé comenzó a hacer seguimiento de esa alerta y trasladaron la información a los servicios de rescate. El día 23 las familias volvieron a contactar asegurando que había personas en España, que el cayuco había llegado y algunos de los supervivientes habían contactado con sus seres queridos. Sin embargo, se trataba de información falsa que, en situaciones como esta de máxima preocupación, les llega a las familias que se aferran al deseo de que sea cierta. El 15 de agosto, el cayuco fue localizado a 240 kilómetros de Cabo Verde, y las autoridades de este país procedieron a su rescate. Tras 36 días en el océano Atlántico, solo 38 personas sobrevivieron, y siete de ellas fueron trasladadas en estado grave al hospital. Los cadáveres de siete personas fueron recuperados, 75 personas fallecieron en el mar. | I. D.

El año pasado arribaron a las costas isleñas de manera irregular 39.910 personas, lo que supuso un incremento del 154%, con respecto a 2022. De estas cifras se desprende que uno de cada diez migrantes que se planteó llegar hasta la el Archipiélago perdió la vida en el camino.  Los peores meses fueron octubre, con 2.370 muertos, seguido de junio, con 1.159.

Desde Agadir a Dajla

Desde hace dos años, en la travesía que llega a Canarias desde la costa de Marruecos y del Sáhara Occidental predomina el uso de neumáticas, a pesar de ser más inestables y peligrosas. En esta ruta se produjeron 51 tragedias, entre ellas 21 embarcaciones desaparecidas, en las que murieron 1.418 personas. El informe hace hincapié en que el conflicto territorial en esta zona también afecta a los rescates. Según señala, Marruecos se ha anexionado zonas marítimas próximas a Canarias y a propuesta de Rabat ha habido un cambio en las aguas SAR (Búsqueda y rescate, por sus siglas en inglés). Así, sostiene la oenegé que durante este año, Salvamento Marítimo difundió mapas elaborados por el país vecino en los que admitía su soberanía en la zona. «Mediante estos reconocimientos el Estado español intenta fomentar que Marruecos se haga cargo de rescates en zonas cuya responsabilidad ha sido históricamente de la administración española», recoge el informe.

134 muertos senegaleses frente a Mauritania

Caminando Fronteras recibió el 6 de noviembre dos alertas. En esos mensajes se explicaba que dos días antes había zarpado desde Senegal un cayuco que había sufrido un accidente. Pedían ayuda para contrastar informaciones y saber el número de víctimas de la tragedia. El equipo de la oenegé inició una investigación sobre la tragedia y pudo entrevistarse con supervivientes, autoridades y familiares. Así, pudo constatar que el cayuco llevaba siete días en el mar con 325 personas a bordo, entre las que había al menos 23 mujeres y 21 niños. En el relato, los supervivientes explicaron que cuando llegaron a la altura de Cabo Blanco, en Mauritania, encontraron un gran temporal y decidieron regresar hacia Nuadibú. El cayuco no pudo soportar el fuerte oleaje y el viento, y se produjo un naufragio. Se pudo rescatar con vida a 191 personas, entre ellas 17 mujeres y 18 niños. Las autoridades mauritanas recuperaron los cadáveres de cuatro hombres, seis mujeres y tres niños. Dos de los cuerpos aparecieron en la playa con posterioridad, y de ellos aún no se ha tenido información detallada para acompañar a las familias en búsqueda. Los supervivientes fueron repatriados por vía terrestre a Senegal. | I. D.

Ruta de los cayucos

Las salidas desde Senegal tuvieron un gran protagonismo el año pasado y la dinámica continúa en 2024. La inestabilidad política y social del país empujó a miles de ciudadanos al mar. Un líder comunitario senegalés explica que les intentan convencer para que se queden, pero «ellos no quieren escuchar». Caminando Fronteras registró 55 tragedias de cayucos salidos desde Senegal, con 3.176 víctimas, a las que se suman otros 12 accidentes de barquillas que zarparon desde Gambia, con 1.018 muertos. Estas dos rutas son las que más kilómetros recorren para llegar a las Islas y las embarcaciones salen atestadas de personas, en muchas ocasiones más de un centenar, con un gran número de menores entre ellas. La gran mayoría de los migrantes que emplearon esta ruta son de origen senegalés, pero en los últimos meses del año también aparecieron migrantes procedentes de Gambia, Malí, Guinea Bissau y Guinea Conakry. 

«Vemos el avión, lo vemos lejos, por favor»

«Vemos el avión, lo vemos lejos, por favor». Este fue uno de los últimos mensajes que Caminando Fronteras escuchó cuando se comunicaba con una neumática en la que viajaban 44 hombres, 13 mujeres y ocho niños. Salieron desde Tan Tan y llevaban dos días en el mar. La oenegé alertó a las autoridades y envió las coordenadas recibidas desde la embarcación. Comenzaron las labores de búsqueda, pero horas después los medios aéreos abandonaron la zona. Al día siguiente, el 6 de febrero, las autoridades informaron de que habían conseguido una segunda posición, a 75 kilómetros de Lanzarote. Ni esa noche ni durante la mañana se reactivó la búsqueda. Las autoridades insinuaron que la geolocalización enviada por WhatsApp desde la barquilla había sido manipulada por alguien en tierra. El día 8 recibieron un último mensaje de los náufragos diciendo que estaban a la deriva. Finalmente, el 12 de febrero un pesquero marroquí rescató a 31 supervivientes, más de una semana después de zarpar. 34 personas fallecieron y sus cuerpos quedaron en el mar. El padre de unas gemelas relató a la oenegé días más tarde cómo le explicaron que habían las niñas y su mujer en esa neumática. «De hambre, de frío, mientras la corriente les arrastraba», dijo totalmente hundido. | I. D.

Desde Mauritana también zarparon numerosas embarcaciones, especialmente durante el último semestre del año y, a partir de agosto, comenzaron a llegar a El Hierro. Según el informe, la oenegé ha monitoreado una decena de tragedias, con 395 víctimas y siete embarcaciones totalmente desaparecidas.

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